El Mestizaje Como Prejuicio que Sesga La Identidad Nacional Mexicana

Con el presente ensayo pretendo tener un acercamiento al prejuicio del mestizaje mexicano, que ha sido pilar para definir la identidad mexicana, y que en sus conceptos y representaciones ha conllevado la exclusión, marginación y no reconocimientos de grupos que difieren del ideal que reza la leyenda, escondiendo simbólica y físicamente (con marginación o desprecio) la naturaleza plural de los humanos en los que tiene lugar el intercambio y organización (política).

Para lo que utilizaré la teoría del discurso y algunas de los conceptos más importantes en el libro de Hannah Arendt ¿Qué es la política? Éstos son: la acción política que hace uso del discurso y lenguaje, el cual, se desarrolla en una red de relaciones ya existente y es impredecible. El prejuicio, que son ideas que cuentan con el fácil asentimiento de los demás, oculta un pedazo del pasado que se arrastra a través del tiempo e impide la producción de juicios (basados en el presente). El juicio, entendido como las ideas fruto de la idiosincrasia personal que tienen lugar en la experiencia. Y el discurso, desarrollado por Davil Howarth, en el capítulo 6 de Teorías y Métodos de la Ciencia Política, como: sistemas diferenciados de objetos que son abiertos –tienen muchos significados-, que son construidos políticamente y adquieren su identidad en el trazado de antagonismos entre amigos y enemigos.

De acuerdo con la teoría del discurso, las prácticas e ideas sociales (que es lo que se denomina discurso/significado) ayuda a entender la vida política; por lo que una de sus principales preguntas a la hora de hacer análisis políticos es: ¿de qué modo las estructuras de significado (discurso) influyen en la valoración que tienen las personas de sus propios roles sociales y cómo impactan en sus comportamientos políticos? (Marsh 1997)

Retomando la visión de Hannah Arendt (1997) la política es un hecho que nace entre pluralidad de los hombres y que busca organizar a los absolutamente diversos, en consideración de una igualdad relativa, y diferenciarlos de los relativamente diversos. Estos términos de absoluta y relativamente diversos nos pone de frente que la condición humana es inevitablemente plural, y que busca ciertos grados de igualdad que permitan la construcción de una identidad.

Pero la construcción de una identidad necesariamente pasa por el reconcomiendo y representación de los otros, los absolutamente diversos, sin los que no sería posible definir al nosotros: los relativamente diversos. Por lo que, tanto el sujeto o grupo de sujetos constituyen al otro, como éste constituye a uno o al nosotros. (Diccionario de Filosofía Latinoamericano, 2002, citado por Jill Renee Gnade, 2008). En el medio público se revelan las diversas identidades a través de la acción acompañada de las palabras o el discurso (acción política), porque ésta necesariamente exhibe a uno mismo ante los demás y permite conocer posiciones de otros. (Arendt 1997).

Ahora bien, en el mito del mestizaje mexicano puede denominarse como un prejuicio que impide juzgar nuestro presente. En éste, la identidad mexicana –mezcla racial (entendida biológicamente) y cultural entre los conquistadores españoles y las nativas indígenas (el paradigma central es Cortés y la Malinche)-, se fundamenta en la “creación” de una nueva raza: la raza cósmica. Ya he mencionado en el ensayo anterior que la categoría de raza aplicado a los seres humanos no tiene actual sustento científico. Cuando lo tuvo, se utilizó para justificar la dominación, explotación y exterminio que potencias europeas llevaron a cabo en sus colonias.

El mestizaje es un prejuicio porque es mayoritariamente aceptado por la sociedad, como explicación de nuestro origen y forma de ser. Sin embargo, su construcción que planteaba engrandecer y exaltarnos como conformación superior frente a “los otros” grupos y orígenes étnicos no tiene fundamento. Se cree que desde la conquista en 1521 comenzó esta mezcla. Sin embargo, encontramos que las uniones entre hombres europeos y mujeres indígenas era casi nulo a principios del siglo XIX, y que estas uniones no han sido tan amplias ni las más comunes o preferidas. (Navarrete, Federico)

Por otra parte, la limitación del mestizaje a europeos e indígenas ha provocado el total desconocimiento de grupos afrodescendientes y asiáticos que en el siglo XIX representaba el 20% de la población. Lo que se traduce en la realidad en la negación de la identidad mexicana. Por ejemplo, los afromexicanos han sido exterminados simbólicamente en la historia mexicana. Son invisibles en el imaginario social, no se les reconoce en la historia, se cree que son extranjeros y ello conlleva también a ser invisibles también “en las políticas públicas, en la agenda legislativa, en las encuestas oficiales”. (Notimex 2005).

La idea de nueva raza, que es un pilar fundamental de lo que entendemos como mexicanos, enaltece los beneficios de las herencias europeas por sobre las indígenas. Siendo las primeras características como espíritu aventurero, racionalidad, la avanzada cultura occidental, etc. Mientras que las de los segundos, el amor a la tierra, sensibilidad artística, resistencia al dolor y al sufrimiento (Navarrete, Federico).

En el México actual persisten las glorificaciones y exaltaciones de los rasgos europeos, y se tiene un desprecio profundo por los de los indígenas. A aquellos que tiene rasgos más orillados a los últimos se les ha acusado por su negativa a participar en el proceso de blanqueamiento y adquisición la adquisición implícita de beneficios (Navarrete, Federico).

El discurso e ideas actuales con respecto a nuestro origen (prejuicio del mestizaje) coartan drásticamente nuestra naturaleza diversa, no sólo entendida como confluencia de personas de diferentes latitudes geográficas, sino de la misma pluralidad que surge entre los que reconocen como relativamente iguales. Y al quitarles su identidad por no cumplir con las expectativas de blanqueamiento y privilegio del mestizaje, le negamos también la forma que podrían actuar políticamente, mostrando su visión del mundo a través del lenguaje.

Lo que quiere decir que la sociedad mexicana, con la creencia del mestizaje, ha empobrecido la política que reconoce formas diversas de posicionamiento y que se da a través del intercambio con el otro. Los nacionalismos tienden a reducir la pluralidad exaltando una serie de características ideales y han triunfado en proyectos nacionales que representan o aparentan representar a la mayoría. En el caso mexicano, la confluencia social que fue impulsada por el capitalismo, permitió llegar a la forma actual de identidad (en la que la mayoría de los mexicanos comparten el idioma, la ideología política e identidad nacional). Sin embargo, los grupos que confluyeron “no abandonaron sus identidades locales y particulares, sino que decidieron participar de esta otra, nueva y más amplia, impulsados por los beneficios que les podía otorgar o forzados por la persecución, la discriminación o el despojo” (Navarrete, Federico, p.125)

La construcción nacional a través de este prejuicio tan arraigado ha ayudado a consolidar una visión en la que se cree que todos somos mexicanos, por lo que no existe racismo. En la realidad observamos una estructura social que privilegia a personas con características privilegiadas y mantiene en exclusión a quieres se alejan de ello. Por lo que es necesaria la educación basada en el reconocimiento del otro como ser n condicionado por sus genes y origen geográfico, sino por la serie de relaciones sociales que propiciamos, las creencias y la cultura a través del lenguaje y poderosos discurso que se propagan en la conformación de nuestra identidad.

Bibliografía

  1. Arendt, Hannah. ¿Qué es la política? Barcelona: Paidós, 1997.
  2. Gnade, Jill Renee. «TESIUNAM Digital.» Raza, racismo y educación escolar en México. agosto de 2008. http://132.248.9.195/ptd2008/octubre/0634093/Index.html (último acceso: 30 de octubre de 2019).
  3. Marsh, David y Gerry, Stoker. Teoría y métodos de la Ciencia Política. Madrid: Alianza editorail, 1997.
  4. Navarrete, Federico. México racista, una denuncia. México: Grijalbo, 2016.
  5. Notimex. Bajo palabra. Un medio de sociedad civil. 2005. https://bajopalabra.com.mx/afrodecendientes-la-ciudadania-relegada-del-poder-en-mexico (último acceso: 1 de noviembre de 2019).
  6. Pascale, Pablo. «http://www.scielo.edu.uy/.» 2010. http://www.scielo.edu.uy/pdf/cp/v4n1/v4n1a06.pdf (último acceso: 31 de octubre de 2019).
10 October 2022
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