Intolerancia a la Lactosa: Proteinas de la Leche A2 y A1

La leche A2 contiene la misma cantidad de lactosa que la leche sin A2. Esto quiere decir que una persona que se diagnosticó clínicamente con intolerancia a la lactosa no verá beneficios al tomar leche A2. Se ha verificado por medio de algunos estudios que la beta caseína A2 en la leche es más digerible que la beta caseína A1 (Meyer, 2019).

Lo que quiere decir que la incomodidad que experimentan algunas personas después de beber leche podría estar vinculado con una aversión A1 en lugar de intolerancia a la lactosa. Dado que la mayor cantidad de los casos de intolerancia a la lactosa son auto diagnosticados, para esas personas, la leche A2 podría ser una opción (Meyer, 2019). Hay personas que comentan que son intolerantes a la lactosa, sin embargo, no se hacen un examen, sino que toman leche y les causa molestia por lo que asumen que lo son. Puede que no sean alérgicos a la lactosa sino a la proteína de la leche, asociada al alelo A1A1 (Sierra, 2018).

Las razas Jersey y Guernsey tienen más concentración de alelos de la beta-caseína A2, que es una leche mucho más tolerable. Debido a la selección genética, las vacas empezaron a presentar cambios en el gen A1A1, y en otras el gen A2A2, y dan leche más asimilable. Este tema se está volviendo mercado en ciertos países (Sierra, 2018).

En ciertos estudios, las proteínas A1 y A2 de la leche se comportaron de manera desigual durante el proceso digestivo esto se debe a los cambios de un aminoácido. La cadena de aminoácido de la beta caseína A1 es susceptible a la desintegración en la digestión enzimática normal, el péptido en el que se descompone es un opioide bioactivo; beta-casomorfina-7 (BCM-7). En cambio, la cadena de aminoácidos de la -caseína A2 no experimenta con facilidad esta desintegración en BCM-7 (Clarke & Malav, 2014).

Enfermedades causadas por el consumo de leche y sus derivados

Conforme al Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos (NIDDK), aproximadamente de 30 a 50 millones de personas en su país son intolerantes a la lactosa, que es el azúcar presente en la leche (Pérez, 2013).

Datos de la facultad de Medicina de Harvard, menciona que aproximadamente el 70% de la población mundial es intolerante a la lactosa. Por lo que no se considera que la intolerancia a la lactosa sea una enfermedad, mas bien, un estado fisiológico normal. Se debe a que entre los dos a cuatros años de edad, el cuerpo empieza a perder la enzima lactasa, la cual es la responsable de la digestión de la lactosa. Debido a que el ser humano sigue consumiendo leche después de esos años, la lactosa que no se digiere va a permanecer en el intestino, la cual va a ser fermentada por las bacterias presentes en el colon, esto es lo que va a causar la molestia como gases, dolor o hasta diarrea (Pérez, 2013).

Incapacidad para absorber el calcio contenido en la leche

La caseína, es la responsable de la imposibilidad de que se pueda absorber el calcio que la leche contiene. Se debe a que, al consumir proteínas animales, el pH de la sangre se va a ver afectado, se vuelve ácido y el organismo, va a responder sacando el calcio que se encuentra en los huesos para lograr neutralizar la acidez presente en sangre (Pérez, 2013).

Un trabajo realizado por el doctor William Ellis, el cual demostró que las personas que beben entre 3 y 5 vasos de leche diarios demuestran que tiene los niveles de calcio más bajos de calcio en sangre. Lo que indica que un exceso de consumo de proteínas lácteas va a producir un exceso de acidez, por lo que el organismo va a intentar compensar esta acidez con la liberación de los minerales alcalinos (Pérez, 2013).

Riesgo de alergias y asma

Se asegura que la leche de vaca presenta tres veces más proteínas que la leche humana. El organismo humano tiene incapacidad para eliminar o desechar la caseína. Por lo que en algunas personas esta caseína se adhiere a los vasos linfáticos del intestino, por lo que va a imposibilitar la absorción de nutrientes, lo que va a provocar alergias, asma o hasta problemas inmunológicos (Pérez, 2013). 

07 July 2022
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