Beneficios De La Terapia Musical En Personas Mayores

Introducción.

La música además puede ayudar a las personas mayores a sentirse pertenecientes a un grupo, establecer conciencia e interacción social, mantener o mejorar la identidad personal gracias a la reminiscencia al escuchar canciones, por ejemplo y también puede cambiar estados afectivos. En el grupo que se trata en esta memoria, pude observar que ya avanzadas las sesiones, los pacientes resonaban con sus propias canciones, cantaban juntos, acababan asociando y esto daba lugar a que surgieran otras canciones a partir de las anteriores, se producía una notable mejora en la interacción del grupo y en la actitud comunicativa, aportando mayor espontaneidad y participación.

Desarrollo.

En el aspecto conductual (una de las grandes preocupaciones para familiares y cuidadores), Raglio realizó una investigación en la que se utilizaron instrumentos musicales con 59 participantes con demencia, divididos en dos: grupo individual y grupo control, para estimular la comunicación. Los resultados indican que la musicoterapia es una intervención eficaz para reducir sus síntomas conductuales y psicológicos (atención, concentración, capacidades del lenguaje) y además puede mejorar la comunicación entre el paciente y el músico terapeuta.

Se ha podido observar también cómo la comunicación y el vínculo entre terapeuta y los pacientes se ha ido haciendo más fuerte a medida que avanzaban las sesiones de musicoterapia. Al inicio no había confianza entre terapeuta – grupo de usuarios, yo llegaba de nuevas y ellos conformaban un grupo más pequeño que a lo que normalmente estaban acostumbrados. Las sesiones al principio eran totalmente directivas y no se daba paso a que surgieran situaciones improvisadas. A medida que las sesiones se plantearon de una manera más abierta, ellos respondían de manera menos pensada y con más soltura, parecían encontrarse cómodos en ese espacio. 

La comunicación se ha establecido con base en la escucha de canciones, el canto, el baile, los juegos, etc. Finalmente esta manera de proceder en las sesiones implicaba que fluyeran de manera diferente a las primeras y la actitud de los usuarios cambió a ser más activa y participativa. Dentro de un proceso músico terapéutico, respecto a los efectos sedantes y estimulantes, la música puede ayudar a la relajación y a reducir los estados de ansiedad, pero no tiene el mismo efecto en todos los pacientes, tanto que se sugiere que se dé la oportunidad al paciente de que elija su música favorita.

En cuanto a las preferencias musicales de los pacientes, Gibbons  descubrió que las personas mayores prefieren músicas de su juventud y que en estos casos no había diferencias significativas entre preferir música sedante o excitante. También investigadores de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) llevaron a cabo en 2015 una investigación en personas de edad avanzada con diagnóstico de depresión, mediante el método neuro feedback, que consistía en registrar y analizar la actividad del cerebro mientras escuchaban música de acuerdo con sus gustos musicales. Los resultados indicaron una mejora del 17,2% sobre el estado depresivo de estos enfermos.  

Lathom, Petersen y Havlicek en 1982 determinaron en sus estudios que las preferencias están directamente relacionadas con la educación musical previa de los pacientes y experiencias musicales del pasado. Irish y Cols.,  demostraron que la música favorece la memoria autobiográfica reduciendo significativamente la ansiedad.

Respecto al área perceptiva cognitiva, la inter perceptiva psicoterapéutica aporta beneficios como lograr una mayor autonomía en la persona, mantener sus capacidades cognitivas y perceptivas y estimular la identidad y la autoestima. Además ayuda a mejorar la capacidad de atención, concentración y aprendizaje, la comunicación y mantener las habilidades verbales, estimula la memoria tanto a largo como corto plazo y favorece la actividad mental y creatividad. 

Es importante evaluar esta área en el individuo y grupo para identificar la presencia de deterioro cognitivo que pueda afectar a la autonomía del usuario y su inclusión o hacer en el grupo. Las funciones esenciales para mantener la autonomía son: la memoria, la percepción, el lenguaje, la atención, la concentración, la orientación, el cálculo y el razonamiento.

Hay personas que tienen grandes dificultades para expresarse verbalmente o comprender el lenguaje verbal, y aun así son capaces de cantar canciones. La investigación llevada a cabo por Bruer, Spitznagel Cloninger en esta área reflejó que esta terapia mejora el funcionamiento cognitivo y verbal de estas personas. Influencia en la memoria. La música estimula la memoria tanto a largo como a corto plazo, aumenta la retención y disminuye la confusión. Durante el envejecimiento y en personas con Alzheimer u otras demencias la memoria se pierde de forma gradual, afectando inicialmente a la memoria episódica y a la semántica.

Cuddy y Duffin presentaron resultados de un estudio que realizaron de una mujer de 84 años diagnosticada de Alzheimer con un deterioro cognitivo severo, cuya memoria y reconocimiento musical estaban aún preservados. Los resultados fueron positivos, descubrieron que el recuerdo musical autobiográfico mejora en los pacientes con Alzheimer al escuchar una música familiar en comparación con el silencio o la música elegida por el músico terapeuta.

Conclusiones.

Mediante una serie de proyectos llamados “Taller de Musicoterapia”, se llevó a cabo una investigación de Musicoterapia grupal con personas mayores con envejecimiento normal y dependencia en varios centros de Sevilla y Cádiz. La intervención estaba orientada al desarrollo de la identidad individual y grupal desde un enfoque expresivo comunicativo. Las sesiones eran semi estructuradas, con un inicio y un final marcado y fases más libres.

 El taller comprendía una duración de 8 horas con un grupo mixto de 16 personas de entre 65 y 80 años y solo se utilizaba música en vivo y técnicas de activación corporal, percusión corporal, canto e improvisación vocal. Los resultados mostraron cambios significativos en las relaciones de grupo y un aumento en la participación individual. Los usuarios fueron capaces de mantener la participación activa entre 50 y 60 minutos. Se facilitan los vínculos afectivos dentro del grupo, se crean nuevas formas de comunicación y se fomenta el reconocimiento de uno mismo y la auto expresión.

Los pacientes con Alzheimer recuerdan mucho mejor las palabras cantadas que las no cantadas y que las pronunciadas llevando un ritmo. Recordaban mejor las canciones aprendidas en la niñez y hay indicios de que pueden aprender canciones nuevas. En mi caso puedo corroborar que uno de los pacientes con Alzheimer del grupo de los asistidos, se aprendió la canción de bienvenida y al escuchar el inicio de la guitarra, comenzaba a cantar la letra, él solo, de manera espontánea. Estos autores demostraron también que el canto activo mejora la evocación de palabras, sobre todo cuando se trata de canciones familiares. Incluso que aquellas personas que habían perdido la capacidad de aprender nuevas palabras, fueron capaces de aprender canciones nuevas.