Conformidad Social en el Ámbito Laboral

La Psicología Social ha mostrado cómo la convivencia en grupos lleva a las personas a elaborar normas o patrones de creencias y conductas, así como a adaptarse a ellas bajo la presión de la mayoría grupal. Particularmente, ha demostrado la sugestibilidad de los sujetos ante personas con autoridad, e igualmente ha establecido en qué condiciones estas normas se pueden innovar o cambiar a partir de la influencia de una minoría activa.

Esto generalmente sucede por el fenómeno social llamado presión a la conformidad y ello se basa en que los individuos, pese a sus características personales, en el momento donde ellos sienten cierta presión de su entorno a hacer lo que la mayoría hace o dicen se despojan de todo lo individual para ingresar en un estado de conformismo.

La conformidad se puede producir sin que el grupo ejerza una influencia o vigile al individuo, es suficiente con que la persona conozca la posición del grupo y manifieste su deseo de estar de acuerdo con ella. La presión de parte de la autoridad se ejerce por su estatus . Las organizaciones se enfrentan a un mundo con crecientes obligaciones de cumplimiento.

En este trabajo vamos a explicar esta característica social y la influencia en la diversidad de los individuos hasta el punto de llegar a la uniformidad. Sujetos que se convierten en parte del grupo, pagando una cuota que incluye despojarse de su individualidad, pero este estudio no solo será de la sociedad en general, sino también se lo va a explicar de cómo se manifiesta en las empresas. El conformismo es el cambio de creencias o conductas debido a la presión de un grupo, que modifica las disposiciones previas del sujeto en la dirección de la norma establecida por el colectivo en cuestión (Páez & Campos, 2004).

El conformismo social puede definirse como la tendencia de los miembros de un grupo a adaptarse a las reglas y a los objetivos del propio grupo. Se trata de una igualación de la conducta individual producida bajo la presión del grupo y con tensión entre las convicciones inmediatas y las informaciones que los miembros del grupo facilitan. Hay que insistir en el conflicto que va implícito en el conformismo. Los experimentos de Solomon Asch, llevados a cabo en 1951, demostraron significativamente el poder de la conformidad en los grupos; muchos de los sujetos que participaron en los experimentos acaban pegándose al juicio incorrecto de la mayoría sin que existiera ningún tipo de sanción ni de recompensa en un caso u en otro. La explicación a esta adecuación a la opinión mayoritaria puede estar en la presión del juicio unánime, que hace pensar que el propio esté equivocado, o el deseo de seguir a la masa para evitar entrar en desacuerdo y resultar antipático. (Roitman, 2003).

También otros experimentos dejaron en evidencia un claro conflicto en dos objetivos: dar la respuesta correcta o bien responder a la expectativas de los otros. Hay que destacar también los posteriores experimentos de Stanley Milgram sobre obediencia a la autoridad, los cuales pueden considerarse una continuidad de los de Asch en cuanto al conformismo los cuales se desarrollarán posteriormente.

La capacidad para la toma de decisiones individuales hace desarrollar a las personas una creencia de “libertad”; sin embargo, muchos individuos no son capaces de percatarse de la continua influencia social a la que nos vemos expuestos día a día. Sin duda, se trata de decisiones en las que la opinión y la influencia del entorno adquieren un papel fundamental (Aesthesis, 2017).

La conformidad se puede producir sin que el grupo ejerza una influencia o vigile al individuo, es suficiente con que la persona conozca la posición del grupo y manifieste su deseo de estar de acuerdo con ella. Además la presión a conformarse se ejerce de manera típica por pares que poseen el mismo estatus social que el sujeto, la presión de la obediencia se ejerce por una autoridad de mayor estatus social.

Muchos profesionales han tratado de descubrir las causas de este tipo de influencia, así como el nivel de renuncia a su propio criterio al que puede llegar una persona para seguir la opinión de las masas. Como resultado, se produce un incremento de las investigaciones en torno a la conformidad social (Aesthesis, 2017).

La conformidad social es definida como el nivel en el que un individuo o grupo puede alterar su opinión y actitud para adaptarse y encajar en las normas de otro individuo o grupo. Asimismo, muchas de estas normas actúan de forma implícita, guiando la interacción y el comportamiento de los miembros que lo componen. Se trata, tal y como define Barón (1997 citado en Aesthesis, 2017), de un tipo de influencia social en el que las personas experimentan una presión para adherirse a las normas sociales de esa persona, grupo o comunidad. Además, en palabras de Moscivic (1999 citado en Aesthesis, 2017), los individuos subestiman la influencia que puede ejercer la socialización sobre sus actitudes y conductas, por lo que dicha influencia puede ejercerse de forma implícita e inconsciente.

Desde la psicología se ha tratado de averiguar qué hace a las personas plegarse a la presión del grupo, cuáles son las causas del comportamiento gregario, cuál es la naturaleza de la presión grupal y hasta qué punto un individuo es capaz de renunciar a su propio criterio en favor de las masas. Uno de los experimentos psicológicos más significativos fue el realizado en la década de los 50 por Solomon Asch. El experimento consistía en “pruebas de visión” realizadas a estudiantes. Todos los participantes actuaban como cómplices del mismo a excepción de uno de ellos, siendo la finalidad de esta investigación la observación de la respuesta del sujeto experimental frente al comportamiento del resto de los participantes. (Cabrero, Aparicio)

El objetivo primordial de Asch era descubrir las condiciones o variables responsables de las posiciones independientes o, por el contrario, del sometimiento a las presiones del resto cuando sus opiniones difieren de las propias. Durante la prueba, se proyectó una serie de imágenes donde aparecían varias líneas. A continuación, se realizaban distintas preguntas a los asistentes, referidos a la longitud de las mismas (¿qué línea era más larga? ¿Cuáles presentaban una longitud similar?). Anteriormente, los cómplices habían sido instruidos para responder incorrectamente a algunas de estas preguntas con el objetivo de observar si dichas respuestas incorrectas ejercían una influencia sobre la respuesta del sujeto experimental.

El experimento se llevó a cabo con un total de 123 estudiantes. Asimismo, se encontró que en los ensayos donde los cómplices emitían una respuesta incorrecta, los participantes se ajustaban a dicha respuesta en el 36,8% de los casos (Aesthesis, 2017). Los resultados del experimento mostraron que cuando el sujeto no estaba sometido a la presión del grupo y se les permitía hacer a solas una serie de juicios sobre la longitud de las líneas, había una ausencia casi total de errores, dada la sencillez de la tarea. En los casos en que el sujeto se veía enfrentado a una mayoría unánime que respondía de forma incorrecta, aproximadamente un 35 por 100 de todas las respuestas eran incorrectas, se plegaron a los juicios incorrectos realizados por los cómplices.

La conformidad era debida a dos posibles causas: quedaron convencidos, ante el juicio unánime de la mayoría, de que su opinión era equivocada o siguieron la opinión de los demás con el fin de ser aceptados por la mayoría o evitar el rechazo que produciría el desacuerdo en el grupo. Es decir, los sujetos tenían dos metas: estar en lo cierto y congraciarse con el resto del grupo. En muchas circunstancias, ambas metas pueden satisfacerse con una única acción. (Cabrero, Aparicio)

No siempre los sujetos convergen hacia una norma, se conforman a la presión mayoritaria u obedecen las órdenes de personas de alto status. En ocasiones, minorías activas sin poder ni estatus logran cambiar las normas sociales. Aunque muchas veces las minorías que imponen sus normas son grupos dominantes. Moscovici y sus colaboradores mostraron que una minoría sin poder ni estatus particular lograron influenciar a otras personas.La influencia de la minoría en las respuestas perceptivas sólo se daba si su conducta era consistente y clara (Páez & Campos, 2004).

Características de una persona conformista

Según Fernández, Menacho y Moya (2010) una persona conformista está llena de ciertas características que por su conformismo salen a flote, la cual es visible y entre ellas están:

  • Falta de una felicidad real y normalmente se trata de una persona aislada de los demás.
  • El conformismo, en la mayoría de las veces, no es otra cosa que temor al fracaso.
  • Es una persona autojustificada, por ejemplo: ‘para qué quiero más, si con lo que tengo me alcanza y me sobra’.
  • Un conformista nunca piensa en mejorar, en salir adelante, y son mediocres.

Si tomamos en cuenta lo que hemos mencionado hasta aquí, podemos aseverar que el conformismo es la contrapartida de la lucha para obtener algo.

Situaciones que causan que una persona se convierta en conformista

Según Fernández, Menacho y Moya (2010), las principales situaciones que causaron que una persona se convierta en conformista son:

  • La falta de logros ha conllevado que una persona sea conformista en este proceso lo podemos denominar como una decepción.
  • La falta de motivación espiritual es muy importante ya que el hombre necesita de una motivación para que este pueda desenvolverse en cualquier ámbito.
  • El conformismo es un tipo de comportamiento cuyo rasgo más característico es la adopción de conductas inhibitorias de la conciencia en el proceso de construcción de la realidad. Se presenta como un rechazo hacia cualquier tipo de actitud que conlleve enfrentamiento o contradicción con el poder legalmente constituido.

Su articulación social está determinada por la creación de valores y símbolos que tienden a justificar dicha inhibición a favor de un mejor proceso de adaptación al sistema-entorno al que se pertenece, no solo tenemos esas actitudes dentro de ellas tenemos: Dimensiones del Conformismo. Según Morales (2014), las dimensiones del conformismo son: la frustración y la actitud.

La Frustración

Según la psicóloga Leal (s.f) citado por Rodriguez (2015), la frustración es el estado de aquel que está sometido a una situación insoluble, se ve privado de la satisfacción de un deseo defraudado en sus expectativas de recompensa. Tipos de Frustración:

  • Las frustraciones externas, son todos aquellos estímulos que influyen sobre una persona proveniente del contexto en donde se está formando.
  • Las frustraciones internas, son aquellos estímulos del subconsciente de uno mismo, esta puede estar relacionado con su incapacidad física, mental o emocional para alcanzar un objetivo.
  • La frustración produce agresión, son actitudes como respuesta a la frustración que ha sufrido y esta puede dirigirse hacia la persona o personas que han causado la frustración, o bien contra un sustituto.

La Actitud

Según Pacheco (2002) dice que: La actitud es social porque se aprende o se adquiere en el proceso de socialización; es decir, se suele compartir con otras personas y se refiere a objetos de naturaleza y significado social. Según Huerta (2008) existen tres tipos de componentes en las actitudes y son:

  • Componente cognitivo, es el conjunto de datos e información que el sujeto sabe acerca del objeto del cual toma su actitud.
  • Componente afectivo, son las sensaciones y sentimientos que dicho objeto produce en el sujeto.
  • Componente de conducta, son las intenciones, disposiciones o tendencias hacia un objeto. Es cuando surge una verdadera asociación entre el objeto y el sujeto.

Las actitudes tienen mucho interés para los psicólogos porque desempeñan un papel muy importante en la dirección y canalización de la conducta social. Las actitudes no son innatas, sino que se forman a lo largo de la vida. Éstas no son directamente observables, así que han de inferirse a partir de la conducta verbal o no verbal del sujeto.

Autoridad

La autoridad aumenta el conformismo. En aquellas situaciones en que la opinión o juicio proviene de una figura de autoridad, la apariencia de autoridad puede otorgar legitimidad a una opinión o petición y generar un alto grado de conformidad. Tal y como se constató en otro de los experimentos más famosos de la psicología, el experimento de Milgram en el que la mayoría de los participantes mostraron obediencia a la autoridad. Es en este factor que nos centraremos para poder entender cómo ocurre una influencia una presión a la conformidad impulsada por la autoridad (Milgram, S. 2002).

Sabemos que las organizaciones se enfrentan a un mundo con crecientes obligaciones de cumplimiento. Se manejan a diario normas, prácticas, valores, costumbres, reglas, y leyes específicas de cada empresa. El universo de normativas a las que el gerente debe prestar atención parece ser cada vez más complejo. También las consecuencias negativas de los incumplimientos pasan a ser más intolerables.

Partiendo desde este punto las personas pertenecientes a la empresa tienen que adoptar un papel de conformidad por temor al rechazo o al despido, cuando todos aceptan y entienden que estas normas valores y reglas las demás personas no tienen otra alternativa más que seguir al grupo por temor al rechazo.

Inclusive los cargos abiertos para un ascenso tienden a ir en contra de los esquemas de cada trabajador pero a la que se debe adherir para conseguir el anhelado ascenso aunque esto vaya contra su punto de vista, seguir órdenes y reglas para conseguir el puesto deseado siendo así una vez más llevado por la presión del conformismo. Entonces los gerentes ejercen una presión social a la conformidad estableciendo reglas y normas que las personas aceptan por el temor al despido.

Podemos definir cumplimiento o conformidad como las acciones de la organización para lograr la adhesión a las normas, reglamentaciones y políticas que le son aplicables. Asimismo implica poder demostrar dicha adhesión, reflejada en las prácticas habituales de la organización.

En el presente ensayo se demuestra la gran influencia que tiene el entorno social sobre cada individuo, los experimentos de Asch y Milgram demuestran que la presión que puede ejercer una persona, con la más mínima autoridad, puede generar actos que para él no son conscientes. Esto se puede ver relacionado en una empresa o en una organización, ya que en organizaciones existen estructuras jerárquicas donde hay una persona que ordena a las demás, los gerentes pueden dar órdenes y los trabajadores cumplen dichas órdenes por la presión ejercida por la autoridad, y si relacionamos esto con el experimento de Solomon Asch, entendemos que la presión que ejercen las influencias sociales sobre la persona son determinantes en sus decisiones, existe en la organización una presión a la conformidad ejercida por la autoridad.

Al margen de la actitud inicial la inserción en un grupo va a provocar cambios de actitud bajo la presión normativa. Algunos estudios han mostrado que la identificación con el grupo de pares refuerza la adquisición de normas y valores dominantes en él sujeto los mismos que llevan al individuo a unirse a un porcentaje sea mayoría o minoría y regirse a esas posiciones de pensamiento o decisión.

Como hemos visto una persona puede llegar a imponer en la opinión grupal por varios motivos, y casi todos en algún momento de nuestras vidas lo hemos hecho. El deseo de estar en lo cierto y la búsqueda de la aprobación de los demás forman parte de nuestra naturaleza, y algunas de las conductas que motivan pueden resultar beneficiosas para el colectivo. En este sentido, el conformismo potencia las relaciones armoniosas, evita conflictos entre los miembros del grupo y favorece la aceptación social.

Bibliografía

  1. Aesthesis. (22 de junio de 2017). Obtenido de https://www.psicologosmadridcapital.com/blog/cuando-podemos-hablar-de-conformidad-social/
  2. Cabrero Aparicio, E. (s.f.). Psicología y Mente. Obtenido de https://psicologiaymente.com/social/conformismo-presion-grupo
  3. Fernández, M., Menacho, P., & Moya, C. (08 de Octubre de 2010). Todo sobre psicología: el conformismo. Obtenido de http://psicolocosestudiantil.blogspot.pe/2010/10/el-conformismo.html
  4. Huerta, J. (2008). Actitudes humanas y actitudes sociales. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
  5. López Pérez, R. (2018). Breve ensayo sobre la obediencia . En P. o. Semiótica, Revista Chilena de Semiótica (págs. 60-73). Santiago: Revista Chilena de Semiótica.
  6. Milgram, S. (2002). Obediencia a la autoridad. En milgram. Editorial Desclée de brouwer.
  7. Morales, M. (2014). El conformismo social. Actualidad, 55-60.
  8. Páez, D., & Campos, M. (2004). Cultura e influencia social. Conformismo e innovación. Madrid: Person. Prentice Hall.
  9. Pacheco, F. (2002). Actitudes. Europhos, 173-186.
  10. Rodriguez, R. (2015). La frustración en la etapa de educación infantil. Valladolid, España: Universidad de Valladolid.
  11. Roballo, F. (27 de Septiembre de 2019). NeuroClass. Obtenido de https://neuro-class.com/el-experimento-de-asch-influencia-y-conformidad/
  12. Roitman, M. (2003). El pensamiento sistémico: Los orígenes del social conformismo. México: Siglo XXI editores.
  13. Vázquez Cigarroa, R. (s.f.). Psicología y Mente. Obtenido de https://psicologiaymente.com/social/experimento-milgram-crimenes-obediencia-autoridad#:~:text=Stanley%20Milgram%20fue%20un%20psic%C3%B3logo,de%20valores%20y%20su%20conciencia
07 July 2022
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.