El Príncipe Maquiavelo Y Sus Sabias Reflexiones

 

Nicolás Maquiavelo diplomático, funcionario, filósofo político y escritor italiano; fue el escritor de la obra “El Príncipe”, esta se da en un contexto de la política que se vivía en el renacimiento, cuando personajes como Miguel Ángel, Leonardo, Copérnico, entre otros; realizaban grandes investigaciones que sirven y perduran en la actualidad. La obra publicada ya por el año de 1531 se entiende como un tratado de doctrina política que va dirigido a Lorenzo de Médici conocido como “El Magnífico”, por Nicolás Maquiavelo, aquí yace una información la cual decía qué hacer para unificar a Italia y por ende sacarla de la crisis en la que estaba.

El príncipe, es parte de un importante aporte a la política moderna, por que contradice filosóficamente el pensamiento antiguo de la política, la cual se practicaba por la idealización de gobiernos y ciudades utópicas, es decir, que pone en un contexto más realista de cómo es que se debe gobernar. Esta obra vista que iba dirigida a un príncipe, también sirve para educar a los lectores, para alimentar el amplio conocimiento que hay sobre como gobernar un estado y que este te mire con los ojos correcto, me refiero a que, Maquiavelo nos daba a entender que un líder debe estar preparado ante cualquier situación que se le presentase, que hay tiempos en el que se debe pelear y saber cómo hacerlo, también de cómo ser despiadado y cruel, hasta mentir y de esa forma quebrantar su palabra y romper sus principios tanto morales como religiosos cuando sea necesario, pero también se debe ser compasivo, moral y devoto.

Esto porque es un forma de estrategia para poder llevar un buen liderazgo, esto es lo que se da en la actualidad y lo que nos hace recapacitar. Fue Maquiavelo quien nos dijo: “sé realista”, la distancia entre cómo deberíamos vivir y cómo vivimos es muy amplia actualmente y es esta la que nos autodestruye. Y como ella también viene la idea de que “el fin justifica los medios”, si bien él planteó: “las acciones de los hombres y especialmente de los príncipes donde no hay corte de apelaciones se juzgan por sus resultados”, el significado es el mismo y poniendo en contexto, sería algo como si estuvieras en una guerra y la estuvieras ganando, hasta donde llegarías para minimizar el daño. Como los políticos en la actualidad, Maquiavelo justifica los métodos duros o engañosos necesarios para la salud, pero su mirada está dirigida en la ausencia o presencia de poder, con preguntas como ¿Qué es?, ¿Cómo se consigue?, ¿Cómo se conserva?, que este se planteaba por lo que estaba pasando en su época.

Maquiavelo también buscó la forma la separación de la política y la religión, independientemente de que este suceso se diera y que el fuese alagado en Estados Unidos, el vio que la noción de que un buen príncipe no es necesariamente un buen hombre, sino más bien que la apariencia que este posee es más importante que la realidad, en otras palabras, es mejor ser temido que ser amado.

Conclusiones como esta, nos parecen de alguna forma difíciles o dolorosas, más aun viniendo de un hombre que se le podría considerar como un cristiano dominguero, el que como en la actualidad, los que vamos los domingos a misa; Maquiavelo no contradecía los dogmas esenciales que la iglesia tenía, sino más bien que los hacía de un lado cuando de política se trataba. Si la obra parece tener un gran margen moral, pagando un alto precio, ya que se le plantea al príncipe como un ser que debe amar más a su país que a su propia alma, con esto nos referimos a que debe estar preparado para cualquier cosa, incluso hasta ir al mismo infierno por él. Aquí se puede aprecia que ser príncipe de por sí es un trabajo trágico, de por sí ya gobernar a un estado es difícil, y a esto súmales los que debe realizar para unificar a su ciudadanía.

Maquiavelo con los aportes que daba y viéndose en la sociedad donde este vivía tomó en consideración vivir con las opiniones contradictorias que se decían de él, ya que algunos decían que era un tipo de anticristo, ateo como se llama actualmente. La obra se desarrolla de manera que hay distintas clases de principados y también distintas maneras en la que se pueden adquirir. También nos habla de que esto puede ser hereditario. Luego nos da una breve explicación de cómo regía políticamente cada principado, independientemente si este fuese hereditario o mixto, ya que el gobierno no era el mismo, y nos advierte sobre ciertas dificultados que ambos pueden encontrar al momento de sofocar rebeliones o incluso de manejar la política interna con eficacia y cautela.

Lo que Maquiavelo nos platea también es que existen dos formas de gobernar un principado, claramente está el punto según la política, el primero es detentando el poder absoluto, es decir, ejerciendo el cargo y teniendo el poder tanto político como religioso; el segundo es siendo administrado por un grupo de varones de nobleza propia; pero se aconseja a optar por la primera, debido a que con este el príncipe ostenta una mejor autoridad y de esta manera también logra dominar las rebeliones internas. Ahora bien, los análisis de Maquiavelo se expandieron en varios ámbitos si de política se trataba, pues en los estados que eran dirigidos por leyes al momento de su conquista decía que estos solo tienen tres opciones, la primera es de destruir el estado de por sí y con ello todo lo que implica en cuanto a sus leyes; la segunda es radicare en él, refiriéndose a las leyes que este ya tiene; y la tercera es de mantener todo igual como antes, pero obligando a pagar tributos y siendo gobernados por el príncipe a través de un pequeño grupo leal a él.

Maquiavelo nos advierte que, como en la mayoría de países latinoamericanos, estos tipos de estados tienen un alto orgullo por ser libres, causa suficiente para que estos estén dispuestos a reconquistarla, por ello, la única medida segura y estratégica que un príncipe deba tomar es la de que disperse a la población, ya que si un estado no está unido, no tiene la fuerza para rebelarse. Para adquirir principados existen dos métodos según él, los cuales son, el primero es el de utilizar sus propias armas y su virtud del conquistador, la más aceptable sin duda, puesto que, si bien son difíciles de conseguir, son más fáciles de mantener en su poder, teniendo en cuenta si tiene disponibilidad de las fuerzas; la segunda es la de conquistar con armas o con la fortuna de otro, un método aceptable pero poco aplicable, ya que aunque son más fáciles de conseguir, son más difíciles de mantener, debido a que estas dependen de un conjunto de factores externos que lo condicionan.

08 May 2021
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.