El Rol de La Motivación de Los Profesores en Los Exitos de Los Alumnos

He elegido este tema porque cada año gente cercana de mi entorno tiene cada vez más claro abandonar los estudios al cumplir los 16, para ponerse a trabajar en vez de seguir formándose para un futuro. A medida que avanzan las generaciones es más frecuente tanto el fracaso escolar como el abandono por falta de motivación.

Entendemos por fracaso escolar, a las dificultades que nos encontramos para alcanzar los objetivos marcados por el sistema educativo. Estas dificultades no solo se refieren a las circunstancias personales, sino también a los problemas que hay para adaptarnos al sistema. Por lo que, cuando un alumno presenta un caso de fracaso escolar, no solo es el responsable de ello sino que también hay que tener en cuenta los problemas que él tiene a su alrededor, todo esto conlleva al abandono escolar.

Las cifras del fracaso escolar, en España en 2018 es de un 17.6%, una cifra baja respecto al 2011 que mostraba un 26.5%, el objetivo Europeo es reducir la cifra máxima a un 15%. El porcentaje del abandono escolar frecuentemente es más elevado en los hombres que en las mujeres.

(“Cifras de abandono en España, por el instituto nacional de estadística”, 2018)

Muchas de las causas del abandono escolar vienen dadas por las diferentes dificultades propias que tienen los alumnos (dislexia, déficit de atención, hiperactividad, problemas de visión…), también encontramos otras dificultades como son las socioeconómicas entre las familias, la falta de complicidad entre la escuela y la familia.

Para prevenir y evitar el fracaso escolar propongo algunas medidas como la atención a la diversidad, ya que tres de cada 10 alumnos inmigrantes sufren fracaso escolar por diversas causas. Proponer cambios metodológicos siempre y cuando favorezcan en el aprendizaje de los alumnos, por otro lado, informar y orientar a las familias también creo que es importante. La confianza es otro de los puntos a recalcar, ya que me parece el valor más importante en la educación, el alumno tiene que confiar en sus posibilidades y en que puede hacerlo, confiar en si mismo y así elevar su autoestima.

Por ello, tanto docentes como padres deben motivar al niño para que no lleguen a tomar ciertas decisiones de las que luego pueden arrepentirse.

La motivación es como un impulso de energía que nos permite dar una continuidad en las acciones que realizamos y que nos acerca a conseguir nuestros logros y metas determinadas. Existen dos tipos de motivación:

  • Intrínseca: tiene lugar cuando el individuo realiza una acción por sí mismo, sin que haya ningún premio externo.
  • Extrínseca: tiene lugar cuando lo que atrae al individuo no es la acción en sí misma, sino lo que consigue a cambio de realizarla.

La motivación es un proceso que pasa por varias fases, inicialmente la persona anticipa que se va a sentir bien si la persona consigue esa meta o fines determinados, a continuación se activa y empieza a hacer cosas para conseguir dicha meta, mientras va construyendo el camino hacia ella, irá viendo si va por el buen camino o no, es decir, hará una retroalimentación del rendimiento y por último lugar disfrutará del resultado.

Para demostrar la importancia de la motivación me he apoyado en la noticia “la motivación del docente es más importante que la del alumno” de (Pedro Sáenz-López Buñuel), del periódico El Mundo.

Pedro Sáenz-López Buñuel es catedrático de Ciencias de la Educación de la Universidad de Huelva y director del curso ‘Motivar en las aulas.

Comienza con una frase muy llamativa la cual dice que el docente es un generador de emociones y dinámicas.

Pedro asegura que “un docente sonriente puede crear alumnos sonrientes. Un docente apasionado tiene más probabilidad de crear alumnos apasionados. Y todo lo contrario: Imaginemos a un docente aburrido o que no le guste lo que hace. Dudo mucho que despierte algo útil en sus tutelados”, la docencia es uno de los trabajos que mayor vocación requiere, en mi opinión. Tú no puedes transmitir a un alumno algo que a ti realmente no te gusta o agrada.

Estoy totalmente de acuerdo con Pedro, ya que como bien dice él; «No es culpa de mi sueldo, del director, de mis compañeros, del ministro, de la ley o de la sociedad. La culpa de un aula desmotivada es mía.

Un profesor motivado aumenta la probabilidad de un aula feliz, ya que para los alumnos, el docente es el modelo a seguir, su persona de referencia, por lo que si él mismo no les motiva, nadie va a generar motivación en los niños.

Pedro sostiene que la neuroeducación que consiste en promover una mejora en los métodos de enseñanza y programas educativos asegura que el gran cambio esta en las emociones.

En mi opinión, un docente no es mejor por cuánto más sabe en determinada materia, sino en analizar a sus alumnos por cómo quieren aprender, ya que es imposible enseñar a un alumno si este no está dispuesto a aprender y ser docente es conseguir que mis alumnos quieran aprender.

Para conseguir que los alumnos no pierdan esa motivación deberíamos de tener en cuenta una serie de aspectos en el aula:

  • Evitar criticas negativas hacía los alumnos
  • Impartir una docencia que no sea excesivamente autoritaria
  • Desarrollar más trabajos en grupo para que los alumnos que más les cueste socializarse, se socialicen.
  • El reconocimiento del éxito de un alumno o de un grupo de alumnos motiva más que el reconocimiento del fracaso y si aquel es público mejor.
  • El aprendizaje significativo motiva más que el memorístico y repetitivo
  • Fomentar el trabajo cooperativo frente al competitivo
  • Hacer clases más de diálogo en grupo para que los alumnos menos motivados puedan expresar sus opiniones sin miedo a ser rechazados por los demás compañeros.
  • Fomentar tareas creativas

Yo propongo una serie de mejoras; para fomentar la motivación la cual implica apoyarnos en técnicas que fomentan la motivación, como por ejemplo utilizar la economía de fichas, que es una técnica psicológica de modificación conductual que se basa en los principios del condicionamiento operante, para reforzar conductas que el alumno no realiza frecuentemente.

CONCLUSIÓN

Cada vez es más frecuente oír a los padres y madres hablar sobre las dificultades que presentan sus hijos en la escuela. La mayoría de ellos por falta de motivación, la escuela no les atrae, lo ven como aburrido o una rutina pesada, van a la escuela por obligación y no por su propia voluntad.

Los profesores tienen un gran papel sobre esto, ya que ellos son lo que tienen que motivar a los niños para que esto cambie y no lo vean como algo aburrido o pesado.

Es muy difícil captar la atención de todos los alumnos en el aula en todos los temas que se tratan en ella, pero siempre podemos hacer las clases de una manera más dinámica sin tanta explicación de forma tradicional, haciendo más uso de las nuevas tecnologías y así de una forma más amena.

Como bien propone Ausubel, gran defensor del constructivismo y creador de la teoría del aprendizaje significativo, podemos lograr a través de la motivación un aprendizaje significativo ya que el alumno al estar motivado desarrolla más fácilmente su capacidad cognitiva permitiéndole un aprendizaje significativo.

También en este proceso de motivación al alumno están implicados las familias y su participación con la escuela. 

01 August 2022
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