El Vih/sida, Estigma, Discriminación Y Derechos Humanos

A pesar de la vasta normatividad tanto federal, como de las entidades federativas del país y de las diferentes instituciones; el estigma y discriminación sigue siendo una práctica que se lleva a cabo dentro del sector salud mediante una gran variedad de actitudes, omisiones y acciones a diferentes personas o grupos vulnerables, como en el caso de personas que viven con el VIH/Sida (PVVS), violando así sus derechos humanos.

Introducción a los Derechos Humanos

Para poner en contexto el desarrollo de este tema, es necesario hacer una revisión de los derechos humanos con énfasis hacia las personas que viven con VIH/Sida.

“Los derechos humanos son el conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente organizada.”

Estos derechos, establecidos en la Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados por el Estado.

Características:

  •  Son universales, porque pertenecen a todas las personas.
  •  Son incondicionales, están supeditados a los lineamientos y procedimientos que determinan los límites de los propios derechos.
  •  Son inalienables, porque no pueden perderse ni transferirse por propia voluntad.
  •  Son interdependientes e indivisibles, no se puede decir que se respetan unos en menoscabo de los otros.
  •  Carácter progresivo y dinámico, se va descubriendo nuevos aspectos de los derechos humanos

 

A los derechos humanos se les pueden considerar tres generaciones:

  • La primera generación son las denominadas “libertades clásicas”, inspiradas en los reclamos de la Revolución Francesa y fueron plasmados en la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, formulada en la Asamblea Nacional del 20 al 26 de agosto de 1789, en Versalles, se les ha llamado derechos de libertad frente al poder del Estado. Entre los más importantes tenemos el Derecho a la igualdad: libertades fundamentales sin distinción de raza, color, idioma; posición social o económica; Derecho a la vida, a la libertad y una seguridad jurídica; Igualdad entre el hombre y la mujer, a la prohibición de la esclavitud y las servidumbres; a la prohibición de la tortura y las penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, consecuencia del derecho a la integridad física y psíquica; a la libertad de conciencia, pensamiento, culto y religión y a la libertad de opinión y expresión de ideas, entre las más relevantes.
  •  La segunda generación la constituyen los derechos económicos, sociales y culturales, llamados también derechos de igualdad, porque promueven la equidad. El documento emblemático de esta generación es el Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales, firmado en Nueva York, Estados Unidos, el 16 de diciembre de 1966. Provienen del constitucionalismo social, que reconoce los derechos colectivos tales como salud, seguridad social, trabajo, etcétera. Se le llama Estado de bienestar, pues supone que el Estado ponga en marcha una serie de acciones, programas y estrategias, para que estos derechos sean una realidad para las personas y grupos y destacan: Derecho a Seguridad social; Trabajo; Formación de sindicatos; Nivel de vida adecuado para la salud; Alimentación; Vestido; Vivienda; Asistencia médica; Servicios sociales necesarios para el individuo y su familia; Protección de la salud, física y mental; Cuidados y asistencia especiales durante la maternidad y la infancia y Derecho a la educación en sus diversas modalidades, siendo la primaria y secundaria obligatorias y gratuitas.
  • La Tercera generación corresponde a los derechos que promueven la fraternidad. Este grupo de derechos, que comenzó a ser impulsado en los años setenta, busca el progreso universal de todos los pueblos de la Tierra, a través de la solidaridad y el respeto entre las distintas naciones de la Comunidad internacional. Estos derechos no pueden tener realización si no se cuenta con la colaboración de todos. Por ejemplo, el derecho al medio ambiente sano no puede ser posible si no contribuyen todos los países a la disminución de contaminantes que generan problemas globales de orden ambiental. Estos derechos se refieren a: la autodeterminación de los pueblos; el respeto a la independencia económica y política; el derecho de los pueblos a su propia identidad nacional y cultural; el derecho a la paz y la coexistencia pacífica; el uso de los avances de las ciencias y la tecnología; la solución de los problemas alimenticios, demográficos, educativos y ecológicos; el patrimonio común de la humanidad; y el desarrollo que permita una vida digna.

 

Vulnerabilidad

La vulnerabilidad de las personas con VIH/Sida (PVVS) las coloca dentro de quienes sufren el riesgo de sufrir violaciones a sus derechos humanos propiciando una situación de desventaja. El estado tiene la responsabilidad de brindar protección especial y específica, puesto que no se encuentran en condiciones de igualdad. “Las personas en condición de vulnerabilidad con frecuencia desconocen sus derechos, por lo tanto no los ejercen…” (Hernández F R, 2006).

Los prejuicios sociales afectan directamente a las PVVS por razones de la asociación que existe de la enfermedad a la pertenencia de ciertos grupos con “otras” preferencias sexuales a las determinadas por la sociedad, entre otras razones, que son un obstáculo para garantizar el respeto, la dignidad y los derechos humanos.

Estigma

El estigma, sociológicamente, es una condición, atributo, rasgo o comportamiento que hace que quien lo porta sea incluido en una categoría social hacia cuyos miembros se genera una respuesta negativa y se les ve como culturalmente inaceptables o inferiores.

El estigma es un proceso social, más que individual. Las clasificaciones que ha inventado la sociedad como bueno/malo, moral/inmoral; son las que organizan y legitiman los estigmas.

Discriminación

Aunado a lo anterior tenemos la discriminación, como una práctica cotidiana que implica dar un trato diferente, desfavorable o de desprecio inmerecido contra una persona o grupo de población y que también ocurre en el sector salud. El origen étnico o nacional, el sexo, la discapacidad, la condición social, la religión, las preferencias sexuales, entre otras pueden ser motivo de discriminación. Dar un trato diferenciado tiene que ver con la pérdida de derechos y la desigualdad para acceder a ellos, lo cual puede tener efectos graves como el aislamiento, la violencia, e incluso la muerte en casos extremos. (Hernández F R, 2006)

En México, en el año 2001 se reformó el artículo primero constitucional donde manifiesta la prohibición de toda forma de discriminación, sin embargo, a pesar de los avances institucionales y normativos, México sigue enfrentando el enorme reto de incorporar a la “No Discriminación” como un criterio transversal en todas las estrategias y objetivos de la acción pública.

De acuerdo a la “Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017”, (INEGI, 2018) una de cada cinco personas mayores de 18 años, asegura haber sido discriminada en el último año, destaca que las personas con discapacidad son quienes sufren mayor discriminación, revela que los servicios médicos, la calle o el transporte público y la familia, son los principales ámbitos sociales donde las personas indígenas y las que tienen alguna discapacidad fueron discriminadas.

La encuesta indica que la diversidad religiosa, las personas mayores, las y los jóvenes, y las mujeres son discriminadas principalmente en la calle, en el transporte público, en la escuela, el trabajo y en la familia. 

30 Jun 2021
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