1984 de George Orwell: La Libertad en el Contexto Social del Siglo XX

Introducción

En el libro 1984 George Orwell plantea una realidad social donde se ejerce un poder totalitarista que controla todos los aspectos de la cotidianidad, es decir, el poder se ve reflejado a lo largo de todo el territorio y es representado por una figura política a la que se le atribuyen todos los mecanismos utilizados dentro de la sociedad en busca del control y sostenimiento de la sociedad. 

La forma en la que se infringe el poder en el libro está ligado al Hermano Mayor, esa figura soberana que representa el sistema gubernamental constituido por diferentes Ministerios que regulan cada aspecto de la cotidianidad; el Ministerio de la Verdad, el Ministerio de la Paz, el Ministerio del Amor y el Ministerio de la Abundancia. 

Cabe resaltar que este gobierno aunque está regulado y organizado a través de estas instituciones, no tiene leyes, y sin embargo, se tiene el control sobre cada uno de los habitantes, pues, aparte de los Ministerios, se tienen organismos de Vigilancia que monitorean los movimientos de cada individuo durante las 24 horas, de esta manera, se ve implicada la libertad de los individuos de diversas formas a lo largo de la sociedad. La libertad en el sistema político de 1984 es una forma de control y de dominio. 

Para desarrollar este ensayo, en primer lugar, se ampliará la información referida al contexto social propuesto en el libro, posteriormente, se determinarán las diversas formas en las que la libertad es evidenciada como forma de control por parte del sistema político planteado en 1984, y finalmente, se dará una respuesta a la tesis planteada.

Desarrollo

En el libro 1984 se evidencia una sociedad dividida en dos partes debido a la ideología política del Partido; por un lado, El partido del Hermano Mayor, y por otro lado, las proles. En el partido del Hermano Mayor se encuentran las personas que controlan la sociedad como también sus seguidores. Son responsables de manejar los diferentes mecanismos que rigen el sistema político planteado y de mantener el orden. Este grupo social vivía de forma controlada, pues eran vigilados a través de telepantallas que podían ver y escuchar todo lo que sucedía, se controlaba lo que se presentaba a través de los medios como las noticias, los libros, la historia del mundo, entre otros. Las personas del partido tenían prohibido tener amigos, tener relaciones y tampoco podían tener pensamientos en contra del partido, puesto que cualquier movimiento podía delatarles. Así, por ejemplo, dentro de las familias los niños acusaban a sus padres cuando consideraban que estaban en desacuerdo con el partido.

Por otra parte, las proles eran la mayoría de la población de Oceanía, ellos vivían alejados del Partido y eran libres en muchos sentidos, tenían la posibilidad de tener pareja y amigos, no tenían telepantallas y podían, de cierta forma, hacer lo que les apetecía. Según el libro, eran ignorantes y poco inteligentes, pero, aun así, eran felices.

El partido ejercía el control sobre los dos grupos sociales de forma diferente, es decir, con respecto a las personas del partido los controlaba a partir de la vigilancia por las telepantallas permitiéndoles conocer todo lo que pasaba a lo largo de la sociedad, cumpliendo la misma función que el panóptico de Foucault pues sirve como un mecanismo de vigilancia donde se puede observar a cada uno de los individuos y puede ser utilizado como máquina de hacer experiencias, de modificar el comportamiento, de encauzar o reducar la conducta de los individuos, lo que conlleva a un mejor comportamiento disciplinario de acuerdo al sistema que se quiere imponer. Incluso, se controlaba la historia del mundo modificándola, puesto que O’Brien; miembro del partido, decía: Controlamos todos los archivos, y la memoria de todo el mundo. Por tanto puede decirse que controlamos el pasado.

Una de las razones por las cuales los individuos no se oponen a este partido es debido a que al cambiar y ocultar la historia del mundo impidiéndoles conocer los diferentes tipos de gobierno o formas de vivir, para ellos una realidad externa diferente a la suya con respecto a su forma de gobierno no existe, de igual modo, no es posible imaginar otra forma de imponer el poder. También, les impedían tener relaciones de pareja controlando la natalidad y la reproducción para mantener una jerarquía establecida que sea accesible para solo unos pocos.

El control de las proles era diferente, en este círculo social la forma de ejercer el poder era imponiendo una ideología donde el hecho de dejarlos libres era la forma más sencilla de tenerlos controlados, puesto que el Partido reconocía donde se encontraban debido a que estaban reunidos en un sector en específico donde todo era permitido, sin embargo, seguían estando bajo ese mismo Estado que imponía su régimen sobre ellos, pero siendo una forma diferente de ejercer el poder. Las proles eran libres en cuanto a su posibilidad de relacionarse con los demás, reproducirse y realizar cualquier actividad que desearán teniendo en cuenta que no eran vigilados por telepantallas. El hecho de dominarlos de esa forma, implicaba para el Partido estabilidad, debido a que al ser un gran porcentaje de la población le favorecía que fueran, en primer lugar, ignorantes, y en segundo lugar, libres del régimen que ellos querían imponer, porque de esta manera, la población no se rebelaría ante ellos. Es claro que las proles no tenían leyes al ser la libertad la forma de control y dominio sobre estos, pero, ¿Por qué no había leyes en el sistema político planteado en 1984 si sobre los seguidores del partido se ejercía tanto control?

La ideología de este sistema político era impedir las relaciones personales para que las personas dejarán de amar, de sentir amistad, de disfrutar la vida, de sentir curiosidad, valor o integridad. Para que de esta forma, cuando se sintieran vacíos se les inculquen las ideas del partido, introduciendo en la mente de las personas las características que al partido le parecieran pertinentes para que actuaran de la forma que ellos querían. Por esta razón ellos no tenían que imponer reglas, puesto que las personas ya eran y se comportaban como era debido, y quien no lo hacía era enviado al Ministerio del Amor, donde era curado debido a que los hacían creer que habían perdido la cordura. Como O’Brien decía El mandamiento de los antiguos despotismos era. 

Conclusión

Por lo cual, los niños acusaban a sus padres cuando consideraban que iban en contra del partido, porque a partir de la educación que les era brindada les habían inculcado que no existían los lazos familiares o de amistad superiores al partido, les habían enseñado a ser de cierta forma, ellos no debían esforzarse por deber ser de unos modos determinada, pues ya eran así. Esto indica como el partido convirtió a las personas en mecanismos para hacer funcionar el poder, lo que quiere decir que la libertad de pensamiento fue errada por el partido como un control de la sociedad donde les inculcaban ideologías en sus mentes convirtiéndolos en seres que desconocían ese aspecto humano que los permitía ser felices.

En conclusión, se puede decir que en el sistema político planteado en 1894 George Orwell realiza un análisis sobre ciertas técnicas de control que eran utilizadas en dicho sistema político para imponer un partido totalitario donde el concepto de libertad se convierte en una forma de control y dominio de acuerdo a distintas formas de imponer su régimen, puesto que la libertad en las proles era el mecanismo directo para dominarlos y ejercer su poder sobre ellos al tener en cuenta que la posibilidad de ser libres en ese aspecto en el libro, de cierta forma, indica su falta de libertad pues ellos no pueden irse o alejarse del partido, no pueden cambiar su papel de proles y están restringidos por la forma de actuar del Partido al definir, en primer lugar, su condición social y económica, y en segundo lugar, su estilo de vida, pues es claro que al ser proles no tienen tantos beneficios materiales como los del Partido. Sin embargo, al controlarlos dándoles cierta libertad terminan teniendo una vida más feliz y sin complicaciones.

Referencias

  • Foucault, M. (1975). Vigilar y Castigar. Francia: Éditions Gallimard.
  • Orwell, G. (1948). 1984. Reino Unido: Secker and Warburg.       
22 October 2021
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