La Homosexualidad Y Comunidad Lgbt , Caso China Vs. España

Introducción

Este trabajo de investigación parte de una curiosidad personal para conocer más el modo de vivir y relacionarse que tienen las personas no heterosexuales en China, un país conocido por sus antiguas costumbres, tan arraigadas a la sociedad que tardan muchos años en ser cambiadas.

Se ofrecerá, para empezar, una visión histórica de la homosexualidad en China, tanto leyendas como posibles documentos que puedan ser certificados como históricos. Más tarde, se investigará acerca del pensamiento tradicional chino ante la homosexualidad, y cómo es esta vista desde el punto de vista del legado, el sistema patriarcal y la sociedad. Seguidamente, trataré de exponer varios puntos de vista de personas reales que conviven con diferentes sexualidades hoy en día en China. Así mismo, también trataré de comparar el caso de China con el de España, para poder entender mejor la visión que nosotros podemos tener hacia el gigante asiático. Y para finalizar, ofreceré una visión de futuro a partir de todo lo leído y consultado.

He hecho una lectura generalizada acerca del tema de la investigación, para hacerme una primera idea, y más tarde he profundizado en la búsqueda sobre los términos específicos, o el momento que quería desarrollar.

Al final de esta investigación se pretende ofrecer una visión panorámica del pasado homosexual, y conocer como es tratado este tema hoy en día, entre los mayores y jóvenes chinos. El objetivo es conocer el estado actual de este tema de manera superficial, estar al tanto de lo que ocurre de forma generalizada, y también saber un poco sobre la historia del tema de investigación, a fin de comprender de dónde viene el pensamiento chino sobre la homosexualidad.

En el punto número 2 describiré la terminología empleada en el chino coloquial y antiguo para designar a las personas atraídas por su mismo sexo, ya sean gais o lesbianas.

Terminología

En China, la palabra designada para decir “homosexualidad” es “tong xìng lìan” (同性恋). Sin embargo, hay algunos términos más antiguos, relacionados con leyendas e historias, como “dùanxìu zhī pǐ” (断袖之癖), que se traduce por “la pasión de la manga cortada”. Este término procede de una antigua leyenda sobre el emperador Ai, de la dinastía Han, que tenía un amante llamado Dong Xian. Un día, se quedó dormido sobre la manga del emperador, y este prefirió cortarla antes que despertar a su amante.

El término “fēn táo” (分桃), o “el melocotón mordido”, hace referencia a la leyenda en la que el Duque Ling, del reino de Wei (época de los Reinos Combatientes), aceptó comer un melocotón que previamente había sido mordido por su amante favorito, Mizi Xia.

Sin embargo, hoy en día no se suelen utilizar estos términos, sino que se opta por emplear, de forma general, la palabra “tóng zhì” (同志), que significa “camarada”. En femenino, se utiliza “nǚ tóng zhì” (女同志). Hoy en día, ambos términos se emplean en la lengua cotidiana y popular.

Para designar el término “lesbiana”, existe la palabra “lā zi” (拉子), o simplemente “lā lā” (拉拉).

Cabe destacar que, al contrario que en la mayor parte de la comunidad LGTB en Occidente, la palabra “gay” en China resulta ofensiva la mayoría de las veces, por lo que es mejor emplear alguno de los términos citados anteriormente.

En el siguiente punto aportaré una visión histórica resumida sobre cómo se trataba el tema de la homosexualidad en China en el pasado.

La homosexualidad en tiempos pasados

Antaño no se consideraba la homosexualidad como algo impúdico o antinatural, sino que directamente no había una concepción plenamente atribuida a la homosexualidad. Mantenerse célibe estaba mal visto, y cualquier hombre que pudiera permitírselo tenía a su disposición varias esposas y concubinas, así como esclavos. Eso no quitaba que, aparte de mujeres, no hubiera también “concubinos”, que en su mayoría se trataba de chicos jóvenes y atractivos.

Pero no siempre la homosexualidad fue bien tratada en tiempos pasados. Dependiendo de la época, se veía con más o menos naturalidad. Y esto muchas veces venía condicionado por el emperador. Si este último tenía tendencias homosexuales o bisexuales, entonces la homosexualidad era bien vista entre la sociedad y el pueblo. Si por el contrario, el emperador tenía una tendencia plenamente heterosexual, la homosexualidad sería mal vista y estaría considerada como antinatural. (Brett Hinsch, Passions of the Cut Sleeve: The Male Homosexual Tradition in China, (Berkeley and Los Angeles: University of California Press,1990)).

Además, siempre se ha puesto un ojo en la mira con el tema de la prostitución femenina a lo largo de la historia, tanto en China como en Occidente. Sin embargo, no se habla apenas ni se conoce el hecho de que también existía la prostitución masculina. En su mayoría chicos jóvenes y atractivos, eran respetados hasta que el pensamiento confuciano comenzó a imponerse en la sociedad. Entonces, fueron duramente criticados y rechazados, pero no por el hecho de ser homosexuales, sino por llevar una vida dedicada al placer, al igual que las mujeres. Sin embargo, la prostitución femenina ha pervivido pese a las críticas en diferentes épocas de la historia hasta nuestros días.

El lesbianismo era menos común y mucho más oculto a los ojos de la sociedad. Existe literatura clásica que trata temas lésbicos, como algunos poemas de la dinastía Song. Por desgracia, las mujeres siempre han sido más discriminadas debido al sistema patriarcal vigente en China y en Occidente. La obligación de la mujer era dedicarse al cuidado de los hijos (por tanto, a tenerlos), a las labores de la casa, y a cuidar de la familia. Un pequeño porcentaje de las mujeres en China podían dedicarse a la literatura o el arte, y la amplia mayoría pertenecía a las clases altas de la sociedad. Por eso, pienso que las mujeres ya desde pequeñas su pensamiento se manipulaba de tal forma que les era muy difícil desviarse de él. Debido a esto, creo que les resultaría mucho más difícil entablar relaciones amorosas con otras mujeres que un hombre con otro varón.

La homosexualidad siempre ha estado presente en China, sea de forma más abierta o clandestina, pero siempre ha estado ahí porque es una conducta natural del ser humano.

En el siguiente punto haré un acercamiento al lector sobre cómo está la homosexualidad vista en China, tanto políticamente como socialmente, y aportaré un resumen sobre diferentes experiencias reales.

La homosexualidad actualmente

Según el siglo XX avanzaba, la visión hacia la homosexualidad se ha ido abriendo y cerrando a la vez. Abriendo, porque se ha despenalizado y legalizado en el año 1997, quitado de la lista de enfermedades mentales en el 2001, e ilegalizado las medidas que algunas clínicas y hospitales tenían para “curar” la homosexualidad. Cerrando, porque aún hay mucha represión hacia los homosexuales, y el gobierno chino apenas, por no decir que no, ofrece protección hacia el colectivo. Sigue habiendo un fuerte control acerca de lo que se publica y distribuye en la nueva era tecnológica, en Internet y en televisión. Son numerosas las obras que se han prohibido o se han manipulado para no mostrar contenido LGTBI+ al público. Según Li Yinhe, un estudioso sobre el tema, “un 55% de las personas entrevistadas (400) opinan que no deberían mostrarse en televisión contenidos de temática homosexual, mientras que el 45% opina que sí debería.”

Todavía hay quienes piensan, hoy en día, que la homosexualidad nunca existió en China hasta la apertura al exterior en los años ochenta y noventa, cosa que es claramente errónea, tan solo a juzgar por las numerosas obras de arte de tiempos pasados que representan o dan a entender actos y conductas homosexuales.

Un ejemplo de cómo se prohíbe el tema de la homosexualidad en los medios de comunicación es el de la película “Brokeback mountain”, del director taiwanés Ang Lee. Esta película fue prohibida en la China continental por “tratar acerca de un tema delicado”. Pero, yendo más allá, caemos en la cuenta de que no fue prohibida por exactamente eso, sino porque se trata de una historia de amor entre dos hombres, y eso no está del todo aceptado en China como para ponerlo abiertamente al público. Son señales de que aún hay mucho que cambiar en el pensamiento chino. Sin embargo, como es típico en cualquier lugar, cuando se prohíbe algo crea más morbo y propicia que la gente lo vea, lea… etc. No es una excepción esta película, que al día siguiente de ser estrenada ya se vendía de forma ilegal, pirateada, en las calles de las grandes ciudades (Información extraída de: Periódico The Guardian: “China praises Lee despite Mountain ban”. Martes 7 Marzo 2006 15.07 GMT).

Toda esta represión continua hacia el colectivo viene, en parte, por la idea de familia china confuciana. Estas familias se componen, la mayoría de las veces, de un matrimonio heterosexual entre hombre y mujer, y los hijos nacidos de esta unión. Para este tipo de pensamiento tradicional, es un gran honor llegar a tener legado. Sobre todo, hijos varones, porque son los que pasarán el nombre de la familia a la siguiente generación, algo que también pasa en otros lugares del mundo donde las mujeres adoptan el apellido del marido y renuncian al suyo propio. En China, conservar el nombre de la familia para la siguiente generación es muy importante. Por lo tanto, la idea de un matrimonio o unión homosexual entre hombres y mujeres resulta poco atractiva para las personas que han nacido y se han educado en ese sistema confuciano tradicional porque no incluye la posibilidad de la procreación. Adoptar sería un paliativo para este aparente problema, pero en China las personas homosexuales ni siquiera se pueden casar legalmente aún, y aún menos adoptar un niño/a. Por lo tanto, se convierte en un círculo vicioso que no se llega a resolver.

Pero hay múltiples formas de “contentar” a la familia sin renunciar a la sexualidad propia de cada uno. Y esto consiste en unos matrimonios entre hombres y mujeres homosexuales, que se alían para casarse entre ellos y aparentar “normalidad”, mientras que sus vidas se ven condicionadas a la clandestinidad para poder vivir su sexualidad. Todo por la fuerte presión que ejerce la sociedad hoy en día, años después de que se haya legalizado la homosexualidad.

Para los jóvenes chinos, la parte del proceso “salir del armario” más difícil es la de contárselo a sus padres. Según un testimonio de un joven, cuando sus progenitores se enteraron de su homosexualidad, lo llevaron en contra de su voluntad al hospital, pensando que era una enfermedad. Y allí fue sometido a diversas torturas, en las cuales la más llamativa era que le hacían pensar en el rostro de su novio para ser inmediatamente electrocutado, creando así un rechazo total psicológico hacia esa persona por miedo a ser torturado de nuevo. Es una de las caras más oscuras de las dificultades que aún afrontan los homosexuales en China. A pesar de que ha sido despenalizado y borrado de la lista de enfermedades mentales, la homosexualidad aún se trata de “curar” mediante diversas formas de torturas inhumanas en hospitales y clínicas, donde si preguntas, lo niegan todo. (Extraído de “En China, la homosexualidad cada vez más respetada”, vídeo del canal FRANCE 24 Español, publicado el 19 de abril de 2018)

Mientras tanto, el papel que ejerce el gobierno chino sobre este tema es nulo, pero a la vez aplastador. No hay leyes que regulen y protejan, tampoco penalizado, pero como muchas otras cosas en China, “lo que no se ve no existe”. Y ante el miedo que sienten las personas homosexuales de abrirse al mundo tal y como son, provoca que solo unos pocos tengan el coraje de hacerlo y se enfrenten a lo que ya temían: ser mal vistos en su entorno e incluso llegar a ser rechazados en sus familias y trabajos. El gobierno se desentiende de ellos, y deja que la sociedad avance por este mal camino, como si fuera la propia verduga.

Sin embargo, es curioso que, aunque se desentiendan del problema, que traten de poner los ojos sobre los asuntos que llevan a cabo las organizaciones LGTBI+, aunque en la mayoría de los casos, como no es algo ilegal en cuanto a términos legislativos, no puede prohibir que se realicen algunos actos, que por minoritarios que fueran en su origen, ya supongan un avance en la sociedad. Un ejemplo de estos actos es el festival Shanghái Pride, que se celebra en la ciudad homónima todos los años desde 2009, y que atrae a un buen número de personas al festival.

Según un vídeo publicado el 17 de mayo de 2016 por el canal de información “24 horas. El diario sin límites” (https://youtu.be/VxMdKv9sFYc), solo el 5% de los chinos homosexuales se atreve a vivir de forma abierta y libre. Según este vídeo, el futuro no parece ser muy alentador para el colectivo, sobre todo en los ámbitos del trabajo y la familia. Afirma que los transexuales se llevan la peor parte, son muchísimos los casos en los que hay acoso y violencia. Y en los casos más extremos, esta violencia deriva en los padres enviando a sus hijos a clínicas de conversión sexual para, supuestamente, curarles la homosexualidad. A pesar de todo esto, dice que China aún está en pleno cambio, y que todavía hay margen para normalizar y educar en el tema.

En otro vídeo, titulado “Experimento social en China — “Soy gay, ¿me abrazarías?””, y subido a la plataforma por el canal “Rela熱拉” (https://youtu.be/UISZz_nFTNQ), podemos ver como una chica con un cartel en el que pone “Soy gay, ¿me abrazarías?” está de pie con los ojos tapados en mitad de la calle. Algunas personas se quedan mirándola, incluso con gesto de desaprobación o extrañamiento, mientras que otras, en su mayoría chicas y chicos jóvenes, incluso extranjeros, se acercan a ella y la abrazan con alegría. Algunas de estas personas que se unen a la causa no son tan jóvenes como la chica protagonista del experimento, por lo que quizá nos da a pensar que son personas que han tenido una educación más abierta, o bien han cambiado su forma de pensar hacia la realidad actual.

Tras ver algunos vídeos más, he sacado las siguientes conclusiones generales:

  • Por lo general, los jóvenes chinos son más abiertos, y no les importa tener amigos homosexuales. Ellos, sin embargo, creen que en Occidente somos más tolerantes y hay más diversidad sexual. Pero, como todo, también hay excepciones que pueden chocarnos un poco al oído. He escuchando decir a chicos y chicas jóvenes decir que “la homosexualidad necesita cura” o que “el estrés vuelve a la gente homosexual.” Y justo en el otro lado de la acera, preguntando a un señor muy mayor que dice que le da igual de quién se enamore la gente, que una persona homosexual o no para él no supone ninguna diferencia. Como es lógico, no se trata siempre de generaciones o edades, sino de mentes abiertas o no al mundo y al conocimiento.
  • Hay poca información en chino sobre estos temas, ya que en las redes sociales y en Internet este tema está filtrado y baneado. Es por eso que la mayoría de información que se encuentra es proveniente de extranjeros que han vivido/conocido China, o chinos que han estado en el extranjero. En el 90% de los casos no se trata de información directamente extraída de informes o documentos chinos, sino que se hayan filtrados por las experiencias y datos que otras personas aportan y publican en las redes, como YouTube o Twitter, donde mayoritariamente he buscado el contenido multimedia.
  • Ellos buscan decirles a los extranjeros que, a pesar de todo lo mal que se ve el asunto desde fuera, ellos viven bien. Se sienten presionados, intimidados, pero afirman que nadie les persigue ni les acosa permanentemente. Además, la mayoría añade que, visto desde el punto de vista de un chino, la situación no es tan mala, y que, por suerte, está cambiando y mejorando a favor del colectivo. Ellos dicen vivir como personas heterosexuales, pero para la visión de un occidental, donde la homosexualidad está, por lo general, más aceptada, es de una represión increíble. Por eso les asombra tanto que aquí, en España, por ejemplo, una amplia mayoría de personas homosexuales no tratan de ocultar su sexualidad ni intentar ser algo que no son.
  • Los jóvenes chinos, por lo general, admiran a sus padres y desean que sean felices. Es quizá un motivo para que la amplísima mayoría de ellos no se atrevan o no quieran decirles a sus padres su condición sexual. Piensan que sus padres creerán que no serán personas sanas o “legales”.

En el siguiente punto trataré de comparar el panorama LGTBI+ de China con España, y viceversa.

De China a España, de España a China

Según los testimonios citados en el punto anterior, muchos homosexuales chinos consideran que, en Occidente, el pensamiento acerca de la homosexualidad y el colectivo LGTBI+ está mucho más abierto y normalizado. Y nada más lejos de esta realidad, creo que estos jóvenes tienen un punto de razón. En España, puedo afirmar con orgullo que la mayoría de las personas de mi generación apoya al colectivo y a la diversidad sexual en general. Como siempre, y en todo, hay quienes discrepan aún, e incluso tachan la homosexualidad, bisexualidad y transexualidad son enfermedades mentales que deben ser curadas. Y aunque algunos días podemos ver casos de homofobia en las calles, no es lo habitual. El matrimonio homosexual en España fue legalizado oficialmente el 3 de julio de 2005, junto con la mayoría de derechos que conllevaba hacerlo. Fue el tercer país del mundo en hacerlo, precedido por Holanda y Bélgica, y seguido de Sudáfrica, Noruega y Suecia.

Según lo que ya he investigado, los homosexuales en China viven como cualquier otra persona, con el impedimento de que no pueden vivir su sexualidad y el amor de forma abierta, como cualquier otra persona heterosexual haría sin temor. Tampoco pueden casarse, porque el matrimonio homosexual aún no está legalizado, ni siquiera hay intenciones de hacerlo por parte del gobierno. Por ello, cuando salen de China, se sienten mucho más libres de saber que nadie les va a juzgar ni se van a sentir rechazados por ir de la mano con alguien de su mismo sexo, o por darse un beso en público.

En España, mientras tanto, en situaciones normales nadie se alarmaría ni diría nada al ver a dos personas del mismo sexo caminar muy juntas, sobre todo en ambientes jóvenes, donde incluso la gente los miraría con una sonrisa.

Sin embargo, por experiencias cercanas, a la mayoría de jóvenes homosexuales en España aún les cuesta “salir del armario” por temor a lo que puedan pensar sus padres y familia, a quienes aún les puede costar asimilar todos estos cambios en la sociedad, más abierta que nunca antes. La mayoría prefiere esperar a tener una pareja y entonces presentársela directamente a sus parientes, sin necesidad de utilizar las palabras “mamá/papá, soy gay/lesbiana”. Por otra parte, todavía hay una lacra en cuanto a lo referido a parejas homosexuales, y son los estereotipos de pareja. Se tiende a pensar, según mi experiencia como persona española, que los chicos “muy amanerados” son gais, o que las chicas “masculinas” son lesbianas. Son estereotipos muy dañinos para algunas personas, pero bajo mi opinión, creo que aún persisten y se hacen mucho más evidentes según el tiempo pasa. En parte, y por suerte, las redes sociales y el activismo fuera y dentro de estas están ayudando a cambiar estas concepciones sobre las personas con esta identidad sexual.

En China me atrevo a pensar que pasa algo parecido con los estereotipos y las redes sociales. Pero a diferencia de España, lo que se publica en Internet está mucho más controlado y manipulado que en Europa, por lo que pienso que debe de ser mucho más difícil hacer publicaciones o promulgar información sobre el colectivo LGTBI+. Si las redes sociales fueran más abiertas, o pudieran compartir contenido libremente con Occidente y otros países del mundo, el pensamiento chino podría expandir sus horizontes y comprender ciertas tendencias propias del ser humano como es la homosexualidad y el amor libre.

Algo curioso que ocurre en China, pero no en España, es el método que utilizan las chicas lesbianas para ocultarse. Es muy común allí que dos amigas vayan de la mano, estén muy juntas, o se den besos en la mejilla. Algo que en los chicos jamás estaría bien visto allí. Sin embargo, ellas pueden utilizar eso como pretexto para que nadie sospeche que en realidad son pareja. Dos chicos homosexuales serían muy fácilmente reconocibles por su condición si caminasen tomados de la mano, o si se dieran un simple beso en la mejilla, totalmente al contrario que las chicas, que pasarían mucho más desapercibidas.

Al tener en cuenta todo esto, nos hacemos una pregunta muy simple: ¿qué pasa con los extranjeros homosexuales viviendo en China? Pues bien, tienen los mismos derechos que los chinos. Ninguno. Pero quizá gocen de más libertad por el hecho de “ser extranjeros”. En China, por lo general, el extranjero es respetado y bienvenido, y les muestran mucho interés y ánimo por conocer el país y su cultura.

La pregunta inversa: ¿qué pasa con los chinos homosexuales que viven en España? Según varias páginas web sobre asuntos legales, dos personas con nacionalidad china y residiendo en España sí podrían casarse. El único requisito es que ambos cumplan con los documentos necesarios para el enlace, como el permiso de residencia o un NIE válido. Esto también se aplica en cuanto al matrimonio entre una persona con nacionalidad española y otra con, por ejemplo, nacionalidad china. La única consecuencia negativa de esto es, que en caso de que vayan a China, su matrimonio no será reconocido, y por tanto no aparecerán como casados/as en el registro civil.

En China hacer este procedimiento no es nada aconsejable. Las leyes del país son, por lo general, muy estrictas. Si una persona, por ejemplo, española, se quiere unir a otra de su mismo sexo y nacionalidad en China, no podría hacerse intrínsecamente en China, ya que solo aparecerían como casados/as en su país de origen (hablando, siempre, de que en este país de origen esté legalizado el matrimonio homosexual). En China no importa que seas extranjero o no, nunca se reconocerán a dos personas del mismo sexo como unidas en matrimonio.

Uno de los problemas que aún atañen a la visión de la homosexualidad en países con una tradición judeocristiana, es que muchas personas basan todas sus creencias en la Biblia, por lo que recurren a ella para negar el hecho de que la homosexualidad sea algo natural en el ser humano. Según algunos testimonios, “Dios creó al hombre y la mujer para estar juntos, no para que se junten entre ellos, profanando así la palabra de Dios.” Y es que la Iglesia como institución no deja muy claro su posición ante este tema, así que no facilita que sus fieles comiencen a ver el mundo de una manera mucho más abierta. Por supuesto, no todos los cristianos piensan así, pero hay cierta parte que resalta por estas ideas, llamando la atención e indignando a cuantos apoyan y protegen al colectivo LGTBI+.

Algo así creo que puede pasar en China, relacionado como ya dije anteriormente, con el pensamiento confuciano acerca de la visión tradicional de la familia china. Como vemos, todo viene de antaño, si bien en China la homosexualidad nunca fue prohibida como tal mientras que cada individuo de la sociedad cumpliera con este estándar confuciano de la casi obligación de traer descendencia al mundo.

Para concluir este punto me gustaría dar una pequeña valoración personal sobre el tema. Creo que en España aún hay una homofobia muy clara en la sociedad, sobre todo proveniente de algunos sectores radicales y personas en cuya educación nunca ha aparecido la palabra nada más que para echarla por tierra. Poco a poco se está cambiando esto gracias a las nuevas tecnologías y a la involucración del colectivo LGTBI+ en la lucha por conseguir unos derechos y visibilidad en la sociedad. Pero aún queda mucho por cambiar, y si no se empieza por la educación a las nuevas generaciones, todo es mucho más difícil de llevar a mejor. A mí, por ejemplo, mis padres nunca me enseñaron que la homosexualidad estaba mal, sino que incluso recuerdo, con apenas seis o siete años, que me preguntaban si me “gustaba” algún niño o alguna niña. Más tarde, cuando me sumergí en el mundo de las redes sociales y las experiencias, vi y comprendí el tema mucho mejor, hasta el punto de tenerlo absolutamente normalizado en mi vida diaria.

Conclusiones

¿Algún día se aprobará el matrimonio homosexual y el reconocimiento que deben tener? Es complicado decirlo hoy mismo, en abril de 2019, pero hay quienes confían en que, en un futuro no muy lejano, apenas 10 o 15 años, esto se podrá lograr.

En Taiwán, la ley que apruebe el matrimonio homosexual puede ser aprobada el próximo 24 de mayo de este año, una fecha muy cercana a día de hoy. Y si al final lo hacen, Taiwán se convertirá en el primer país asiático en aprobar la ley del matrimonio homosexual, lo que será sin duda un hecho histórico y un paso grande para el colectivo LGTBI+ en Asia. Sin embargo, tiene su lado negativo, y es que el gobierno de la isla aún rechaza llamarlo “matrimonio”, al igual que la unión entre un hombre y una mujer. Son señales de que, aunque algo esté empezando a cambiar, todavía hay mucho trabajo que hacer para conseguir que las leyes sean igualitarias tanto en matrimonios heterosexuales y matrimonios homosexuales, con sus respectivos derechos asociados a la unión.

Como es natural, nada puede venir forzado o rápidamente en cuanto a adquisiciones de derechos se trata, pues el ser humano siempre ha sido reacio a cambiar de un día para otro sus costumbres y su manera de pensar. Pensándolo, debe ser un choque muy fuerte para una sociedad tan tradicionalista como es la china adoptar, de repente, un pensamiento positivo y respetuoso hacia la condición sexual de cada uno (que no sea la heterosexual, que es la que se considera como normativa y “válida”). Sin embargo, es necesario que se avance, aunque lentamente, hacia un futuro en el que todas las condiciones sexuales sean aceptadas e integradas dentro de la sociedad como algo normal y natural del ser humano.

Y para ello, creo que China debe observar y aprender de otros países, considerando lo que es bueno o malo para su sociedad, adoptando modelos que sean críticos y acordes con el momento que estamos viviendo. No es necesario cortar de raíz con las tradiciones y dejarlas a un lado con el pretexto de que sean anticuadas, sino que se pueden añadir nuevos valores a los ya existentes, acordes con el momento histórico, social y cultural en el que estamos. El primer paso es abrir las barreras y observar sin juzgar.

No podemos ser poco realistas y pretender que esto se haga el mes que viene, sino que debemos crear un ambiente de igualdad entre todos que nos ayude a abrir las mentes y avanzar juntos hacia un futuro mejor.

17 August 2021
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