La inteligencia emocional: Liderazgo y Habilidades Directivas

Uno de los temas abordados en la materia de Liderazgo y habilidades directivas fue la inteligencia emocional, específicamente en la unidad II, fue una unidad que además de parecerme interesante, realmente me pareció diferente a los demás temas que usualmente se tratan, y es que aunque el bien emocional y personal es lo más importante, no siempre se cree así y a mi parecer no se le da el lugar que debería, sobre todo en el ámbito escolar y laboral, en el cual pienso que si se trabaja en tal área se lograrían conseguir grandes resultados.

Las emociones están presentes en nuestro ámbito familiar, laboral y personal. Estas nos guían para enfrentar cualquier situación complicada y tareas complejas como para dejarlo solo en manos del intelecto. Es importante reconocer nuestras emociones en el momento que ocurren, porque estas son el reflejo de nuestra actitud a cualquier situación que se pueda llegar a presentar.

En el presente ensayo se hablará del tema ya antes mencionado, y además, agregaremos el análisis sobre el libro que elegí para el desarrollo del semestre, el cual lleva por nombre Una buena forma de decir adiós, del autor César Lozano.

Este libro lo escogí porque me pareció que se trata de un libro que tiene mucho que aportar de manera personal, quizás las novelas pudieran parecer más divertidas pero creo que al terminar pasa a ser uno más de la lista de ejemplares leídos a comparación de este que cuando termina es cuando realmente empieza la magia, cambia completamente la forma en que ves ciertas situaciones en la vida, que son fundamentales para la plenitud personal.

A mi punto de vista el duelo es uno de los fenómenos que más afecta al humano, en ese momento pasa por una serie de dificultades, en las cuales muchos se quedan ahí al ser emociones muy fuertes; el saber sobre llevar un duelo es una de las piezas claves para la integridad, ya que a lo largo de su vida le tocará enfrentar una serie de desapegos importantes, en diversas áreas de su vida; es por eso que abordar este tema, el cual es el que se afrontó a lo largo del libro que me di a la tarea de leer es de gran importancia, conoceremos más sobre este suceso, sus fases, sus formas de sobre llevarlo, para que las personas lo logren ver como algo normal y afecte lo menos posible sus vidas, sobre todo tratando de que se ponga en práctica en el ámbito laboral.

“La Inteligencia Emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía y la agilidad mental. Ellas configuran rasgos de carácter, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación.” Daniel Goleman

En el ámbito personal es de suma importancia que tengamos un control de nuestras emociones, para poder sobre llevar ciertos acontecimientos que nos toca enfrentar, como es el caso de sufrir una pérdida. Cuando escuchamos la palabra pérdida o que alguien “perdió” a alguien o algo, inmediatamente pensamos en muerte, y podemos estar en lo correcto, pero muchas veces no se trata de algo como tal, sino nos referimos a una separación, con alguien o algo (porque así puede ser, tratarse de cosas materiales), las personas se alejan, por un sinfín de razones, los objetos se extravían y de igual forma nos causa dolor, angustia, un hueco que por eso momento resulta difícil de llenar.

Lo que es cierto y que el libro da como enseñanza es muy clara es que: el dolor es inherente a la naturaleza humana, es inevitable. Me parece fundamental entender esto, ya que la mayoría del tiempo tratamos a toda costa de evitar sentir todo tipo de tristeza, y es normal, el humano va por la vida buscando a toda costa la felicidad, pero enfrentar situaciones difíciles y pasar por la tristeza es inevitable, y a mi punto de vista es algo que también deberíamos de “disfrutar”, tratar de vivir todas las fases de un duelo, para que este sane de la forma que tiene que ser y poder dejarlo en ese momento, sin cargar con ese dolor a lo largo de la vida, que es lo que usualmente pasa, por no querer llorar lo suficiente, hablarlo, vivirlo; sin que sobre pase los limites, pues nada en exceso es bueno, por supuesto incluyendo la tristeza en este caso, no podemos sobre pasar los límites y hundirnos en la depresión, pues la vida sigue y hay más personas a nuestro alrededor que no quisieran vernos sufrir.

“Es necesario vivir el dolor; el sufrimiento es opcional” (Lozano, 2016).

El autor menciona varias de las ocasiones donde ha sentido mayor dolor en la vida y que han sido difíciles para él, desde perder a su pollito, entrar a la escuela o la enfrentar la muerte de su madre; sin duda esta última se piensa que es la más dolorosa, pero eso lo vemos así por la etapa donde nos encontramos, pues cada una de ellas duele a su manera, y en su momento son muy difíciles.

El autor nos menciona tres aliados a la hora de perder a un ser querido:

  • Vivir el duelo

En esta etapa, se pretende que evitemos la negación, para que pueda ser más fácil comenzar el proceso. El autor menciona en lo referente lo dañino que es evadir un sentimiento. Es necesario llorar lo que se desee llorar, sentir la ausencia, aceptar la pérdida y aceptar la nueva realidad que vivimos.

  • Tiempo

Hay muchos dichos referente a este paso, tales como “el tiempo todo lo cura”, “no hay mal que dure cien años”, y creo firmemente en este elemento, pues el tiempo es el mejor aliado para los males emocionales, permite después de un tiempo analizar todo desde varios puntos de vista y comenzar a ver todo con mayor claridad.

  • Decisión personal

Aunque muchas veces se olvide este punto, no debería, pues es de suma importancia que nosotros mismos seamos los que demos pauta a cómo es que vivimos nuestros duelos, cuál es la forma en que llevaremos la pena, pero lo más importante, cómo reaccionamos y cuándo damos fin al dolor.

Para algunas personas el expresar sus emociones es algo muy difícil, pues va más allá de lo personal, es un problema social que siempre se ha enfrentado, el señalar a los hombres como débiles si estos demuestran sus sentimientos, incluso si lloran, lo que es un grave problema, pues si desde niños se les educa de esta manera, serán adultos que no podrán expresar por lo que están pasando y sintiendo y muchas veces los llevarán a actuar de forma errónea ante muchas situaciones, como la agresividad.

En el libro se menciona un acontecimiento que me pareció muy interesante; este trataba sobre el caso de una empresa, donde se despide a un empleado (la razón es en cierta parte desconocida, probablemente tratándose de incompetencia) y el mismo día donde se le notifica su despido se le indica que tiene que retirarse inmediatamente, esto para evitar despedidas “dolorosas e innecesarias”, pero esto trae como consecuencia incertidumbre a quien se va y al resto del equipo de trabajo.

Esta es la importancia de que las empresas tomen en cuenta la salud emocional de sus trabajadores, para que en la medida de lo posible se evite este tipo de situaciones en donde se afecta considerablemente las emociones del equipo de trabajo, por ejemplo en este caso la persona despedida no tuvo tiempo de asimilar lo que estaba pasando, ni de terminar pendientes o despedirse de sus compañeros, por lo que le será más difícil cerrar el ciclo en ese espacio de trabajo, y el duelo se le complicará ya que tendrá muchos sentimientos encontrados por la situación.

La mayoría del tiempo no podemos ayudarnos a nosotros mismos porque la verdad es que no nos conocemos, y aunque resulte sorprendente es la verdad y creo que pasamos tanto tiempo tratando de conocer a las personas que nos rodean, de prestar atención a lo que les gusta, a lo que sientes, a lo que viven, a como son, que nos olvidamos de adentrarnos a nuestras emociones y pensamientos y simplemente cuando nos preguntan que cómo estamos no sabemos realmente cómo es que nos sentimos y no sabemos cómo expresarlo. Uno de los pasos para que podamos poco a poco sabe qué es lo que estamos sintiendo es conocer qué dolor es el que estamos manifestando. Estos son algunos tipos de dolor, y es importante conocerlos porque muchas veces podemos pensar que no se trata de esta emoción cuando sí es así.

  • Dolor expresivo:

Son aquellos que logran comunicarse con los demás, logrando sobre llevar el proceso. Fácilmente podemos notar qué es la emoción que están enfrentando.

  • Dolor inexpresivo:

La persona simplemente no le es fácil expresar su sentir, tiene miedo a mostrarse vulnerable ante las personas que lo rodea, como consecuencia negativa de este tipo de dolor es que puede llegar a sacar sus emociones de una forma no muy favorable.

  • Dolor disfrazado:

El afectado se mete en un personaje que aparentemente no está pasando por ningún problema, y la mayoría del tiempo las personas les creen. Frases como: ¿llorarle? Jamás, o ¿hombres? ¡Hay muchos! Son formas de ocultar el dolor, entre otras acciones como trabajo excesivo, fiestas, ejercicio, entre otros.

“Nadie que haya experimentado el duelo vuelve a ser el mismo. Algo en el interior se transforma: los pensamientos, la forma de asimilar la vida y las emociones cambian” (Lozano, 2016).

Cuando enfrentamos algún suceso doloroso en nuestra vida personal o laboral es necesario el desapego, el cual por ningún motivo significa olvido, indiferencia o desamor, sino es asumir la actitud y el camino más saludable para seguir existiendo al dejar ir algo que en algún momento fue de suma importancia para nosotros o simplemente formó parte de nuestra vida.

Unos resultados de personas que han perdido amor, amistad, trabajo o han enfrentado la muerte señalan que el dolor depende de factores como:

  • Costumbres y medio ambiente:

Depende de la cultura, cada persona enfrenta los duelos de forma diferente, por dar un ejemplo se puede hablar de los hindúes quienes su forma de ver el desprendimiento es admirable, pues ellos mismos mencionan que a ellos no se les enseña a negar el dolor, sino a superarlo. Y así, de esta forma aceptan su realidad y no se lamentan, como en muchas religiones es impuesto ante una pérdida.

  • Autoestima:

Realmente se podría pensar que este aspecto sea más importante que el anterior, pues si lo vemos de esta forma: pudieras estar en una cultura diferente, donde el dolor no se vea de una forma buena, pero si cuentas con una base sólida de autoestima la perspectiva luciría complemente diferente, se podría sobre llevar de una forma mejor. El escritor lo menciona: el enemigo se enfrenta estando seguro y con armamento suficiente, no sintiéndose inferior. Creo que sintiéndose mal consigo mismo, centrándonos siempre en nuestros errores por ejemplo, nos pondría tristes, y no nos permitiría poder sobre llevar una pena.

  • Actitud mental positiva:

Lo recomendable es ser una persona que acepta sus emociones y el dolor, porque sería la forma en que se pudiera enfrentar lo que se está pasando.

  • Formación espiritual:

Sin duda el tener una creencia nos da mucha tranquilidad, sobre todo tratándose de la muerte, pues creemos que nuestro ser querido ahora está seguro y en algún momento nos reencontraremos.

“Nada es tan fuerte como la costumbre” Epicuro de Samos

El dolor al adiós nos afecta tanto por la costumbre que tenemos hacia eso, por la comodidad y seguridad que nos brinda y que como humanos es lo que buscamos. Poco a poco nos aferramos y nos volvemos dependientes, el problema es que muchas veces dependemos nuestra felicidad a tal cosa o tal persona y cuando esta se va es cuando pasamos por tanto dolor; por lo tanto es importante ponernos de prioridad, aunque parezca muy egoísta, es una forma de protegernos. Saber que te quiero pero no te necesito, puedo estar sin ti o sin tal cosa fácilmente, puedo seguir con mi vida sino tengo esto o aquello o a cierto persona, pues soy más que la sombra de aquello que quiero.

Lo hemos oído y es verdadero, para conocer al enemigo primero hay que conocerlo, estudiarlo, sino estaremos perdidos. En este caso, sino conocemos lo que nos espera al enfrentar un duelo sería nuestra ruina, pues entraremos en pánico por lo que empecemos a sentir, y querremos evitarlo, haciendo así que no acabe su proceso y no podamos terminar con ese ciclo. Las fases de un duelo son:

  • Negación:

¡No puede ser!, ¡no está pasando! Nos regamos rotundamente a aceptar la realidad, estamos impactados, asombrados y no queremos creer lo que estamos viviendo, nos cuenta sobre todo demostrar nuestros sentimientos, como el llanto.

  • Enojo:

La siguiente fase es sentirse enojados con todos, la vida, las personas, con nosotros mismos, queriendo muchas veces buscar culpables de la situación, para sentirse de cierta forma aliviados.

  • Negociación:

Es tratar de hacer una negociación consigo mismo para de cierta forma sobre llevar la pérdida, tratándose de ayudar uno mismo, haciendo cosas diferentes.

  • Depresión:

El sentirnos impotentes, la falta de esperanza en el futuro, perturban nuestro estado de ánimo. Es la etapa más conocida, muchas veces incluso se piensa que sólo existe esta etapa, pero es porque quizás los sentimientos son más notorios. Se enfrentan emociones fuertes que llevan a acciones como querer estar solo, falta de sueño, falta de apetito, fatiga extrema, entre otros, pues cada persona lo manifiesta de forma diferente.

  • Aceptación:

Es el momento más esperado desde que se comienza con el duelo, el recuerdo ya no nos afecta ni nos altera, el dolor se ha superado, la ausencia existe pero sin reproches ni idealización.

La importancia de las emociones radica en que como ya lo dijimos, estas repercuten notablemente en cómo actuemos, al cuidar las emociones de los trabajadores, estaríamos cuidando no sólo cómo se desempeñe dentro de la empresa, sino el cómo lo afecta y logra desenvolverse en su vida en general; y como de manera increíble, las emociones, aunque nos cueste creerlo, nos provocan una consecuencia de manera física, en nuestro organismo, es por eso que las situaciones nos hacen sentir extraños y actuamos en consecuencia a lo que estamos sintiendo. Por tal caso, Daniel Goleman nos muestra cómo repercuten las emociones en el organismo:

  • La Ira: La sangre fluye, el ritmo cardiaco se eleva y hay un aumento de adrenalina.
  • El Miedo: La sangre va a los músculos esqueléticos y así nos resulta más fácil huir.
  • La Felicidad: Hay un aumento de la actividad en un centro nervioso que inhibe los sentimientos negativos.
  • El Amor: Los sentimientos de ternura y satisfacción sexual dan lugar a un despertar parasimpático.
  • La Tristeza: Produce una caída de la energía y entusiasmo por las actividades de la vida.

La paz mental es muy importante, el saber expresar nuestras emociones así como saber enfrentar un duelo nos ayuda mucho en nuestra tranquilidad personal.

Pudimos aprender no sólo a diferenciar el duelo, sino demás aspectos que nos ayudarían a conocernos mejor para que se nos facilite más enfrentar situaciones de nuestra vida que nos resultan difíciles. En este caso analizando el cómo este tema se relaciona con nuestra materia y sobre todo con la unidad dos, puedo concluir que es de suma importancia que las empresas sean empresas “humanas” tomando en cuenta las emociones que logran causar en sus empleados con las diferentes situaciones que estos enfrentan en el área de trabajo, como despidos, relaciones laborales complicadas, estrés y eso sin contar las situaciones personales que cada uno enfrenta; pues muchas veces las empresas no ponen de su parte en ese sentido y olvidan que están tratando con personas. Es un punto que desde los altos directivos se tiene que ir poniendo en práctica e ir descendiendo hasta que entre los mismos empleados se ponga en práctica la empatía, para lograr una sana convivencia, que claramente se vería reflejado en el desempeño del empleado y a largo plazo en el desarrollo de la empresa.

La necesidad de contar con un líder que sea capaz de dominar sus emociones es primordial, ya que tener un elemento de tal categoría a mando ocasionara que los colaboradores tengan un buen desempeño en su área de trabajo. Un líder para que llegue a este puesto tiene que contar con una buena inteligencia emocional, trayendo buenos resultados:

  1. Reconocerá sus emociones y las gestionará adecuadamente
  2. Logrará buena empatía con los colaboradores que estén a su cargo
  3. Evitará conflictos.
  4. Mostrará empatía con las emociones de los colaboradores y buscará alivio a ellos

Todas las unidades tienen una relación, y aquí claramente la vemos, cómo el líder se tiene que involucrar, y es que como lo vimos a lo largo de la unidad, el líder es una persona que se interesa por sus colaboradores, siempre buscando el bien de la empresa pero sin descuidar cada uno de sus subordinados, los cuales está para ellos. Además el trabajo en equipo, que también es un tema tratado en el curso, tiene gran repercusión en cómo las personas se sienten en su área de trabajo, es indispensable que la empresa maneje buen ambiente de trabajo, pues este está ligado directamente con el éxito de esta.

Bibliografía

  1. Lozano, C. (2016). Una buena forma para decir adiós. Ciudad de México: Aguilar.
01 August 2022
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