La Racionalidad Detrás De Las Decisiones De Las Personas

En todos los aspectos de la vida, debemos enfrentarnos a muchas decisiones y problemas que deben resolverse a diario. Dejando la posibilidad de que podamos preguntarnos él ¿cómo podemos ser más consciente y un actor más intencional en el escenario de la vida diaria?, ¿cuáles fueron las causas de nuestros juicios y comportamientos?, ¿Cómo sabemos que esas inferencias son correctas, en lugar de simplemente contarnos una historia que nosotros mismos para satisfacer nuestra ansia de respuestas?

En cualquier caso, por medio de nuestra capacidad de la reflexionará, podemos inferir las causas de nuestro comportamiento, pero no podemos reconocer las influencias de factores “sutiles” que nos rodean y dan forma a nuestro comportamiento. Por otro lado, se ha escuchado que lo que nos diferencia de los animales es nuestra capacidad de razonar, entendiéndose por racional en la toma de decisiones al proceso que se realiza cuando se un análisis consciente , en cambio, la toma de decisiones no racional se relaciona a la toma de decisiones intuitivas y de juicio.

Simon (como se citó en Fonseca, 2016) argumenta que la racionalidad está restringida debido a limitaciones sociales externas y limitaciones cognitivas internas y,  El término irracional se aplica a las decisiones que responden a las emociones.

Ahora bien, la teoría clásica asume que las personas deciden como un jugador de ajedrez que hace un movimiento anticipándose a los demás a partir de una estrategia y conoce la probabilidad de cada uno de los resultados posibles prediciendo cada movimiento del otro jugador en un tablero de 64 casillas, donde parece tener el control, gestión del tiempo, cálculo, pensamiento analítico e información; En el cual la racionalidad se basa en un contexto de certidumbre, pero la certidumbre no necesariamente está dentro de la racionalidad humana, ni mucho menos en el mundo en que vivimos, cada vez tan cambiante e impredecible.

De manera que, la intención de tomar decisiones racionales pueden perderse con la realidad y circunstancia que enfrentamos, el problema se encuentra cuando estamos en situaciones de incertidumbre, en la que nos podemos encontrar limitados porque en el mundo real no siempre existen las mejores condiciones al momento de tomar una decisión y la mejor información; presenta limitación de tiempo, limitación cognitiva, y mucho menos conocemos todas las alternativas, debido a ello estamos condicionados por nuestra incapacidad de procesar toda la información. En este sentido, la racionalidad se refleja en la mejor manera de comportarse para poder alcanzar metas y objetivos dentro de las limitaciones y condiciones a las que estamos sujetos.

Asimismo, Simon (como se citó en Fonseca, 2016) expresa que:

La racionalidad está limitada por las lagunas del conocimiento, pero también por aspectos individuales de los seres humanos. Las personas reflejamos sesgos y tenemos preferencias por cierto tipo de información y decisiones, llegando a ignorar información, y peor aún, a tergiversar información con el propósito de que esta enmarque dentro de lo que creemos. La racionalidad se verá afectada en la medida que el ser humano falle en la evaluación de los hechos y en la identificación de los objetivos. Los instintos, las corazonadas, la personalidad, las emociones, las percepciones, los hábitos, las destrezas, los propósitos y otros factores subjetivos contribuyen a una toma de decisión no necesariamente racional.

En otras palabras, nuestra formación, el entorno, las creencias, la cultura, experiencias, entre otros factores determinan la manera en como nosotros analizamos la información y tomamos las decisiones; Por ende, ante una misma situación las decisiones pueden cambiar desde las diferentes percepciones de los individuos y aún en la misma persona puede variar de acuerdo con el momento.

Aun así, no vamos a saber la consecuencia o el tipo de resultado de nuestras decisiones hasta que no las tomemos, y además no hay nada que nos garantice que en las condiciones en que se tomó la decisión puedan ser las mismas, se asume que hay un riesgo.

Simon (como se citó en Fonseca, 2016) en su libro Administrative Behavior (1957), presenta que la racionalidad en las decisiones de los individuos se ve afectada por tres condiciones: Primero, por las destrezas, hábitos y reflexiones inconscientes; Segundo, por sus valores y concepciones de propósitos, los cuales pueden chocar con los objetivos de la organización y tercero ,por su extensión o limitación del conocimiento e información.

Es decir, que al momento de tomar una decisión se tienen unos limitantes, Como anterior mente se había comentado, sólo se conoce una parte de la información(conocimiento limitado), dificultad de anticipar y considerar todas las opciones posibles, tiempo limitado, imposibilidad de procesar toda la información disponible, incapacidad de atender y analizar toda la información simultáneamente. En el medio donde nos desarrollamos no conduce a las personas a tomar una decisión perfecta y óptima sino una alternativa que sea satisfactoria y que guste más.

Muchas personas usan la intuición para tomar decisiones, para (Kahneman, 2003) Las ideas que nos guían son la mayor parte de los juicios y de las elecciones que realizamos intuitivamente y; el proceso de decisión está compuesto por dos sistemas de pensamiento: uno, el intuitivo y el otro, de razonamiento . El razonamiento se hace deliberadamente y con mucho esfuerzo, mientras que el pensamiento intuitivo parece que se presenta de forma espontánea en la mente, sin cálculo o búsqueda consciente, y sin esfuerzo y con base emocional.

En efecto, las emociones están incorporadas en el comportamiento de los seres humanos y es común reconocer en los otros las emociones al tomar una decisión. De manera que mientras más arraigadas están las emociones, más irracionales debemos ser.

Inclusive, las personas intuitivas que son más conscientes de las señales no verbales pueden ver relaciones, información y posibilidades donde otros no pueden comprender. Y el tener certeza en la intuición es fruto de experiencias por lo que se puede establecer que el proceso de toma de decisión no sólo depende de la información y la racionalidad, sino también el conocimiento que es obtenido al experimentar distintas situaciones. Es decir que las decisiones que tomemos hoy dependen o repercuten en las de mañana y sus resultados o consecuencias. Así mismo estas son influenciadas por el entorno y el contexto en el que se toman, por ello se puede concluir que el proceso que conlleva a tomar una decisión no sólo depende de la información objetiva, y de la racionalidad, sino también de los conocimientos que se tienen del mundo, la capacidad intuitiva de cada persona, la interrelación con experiencias pasadas, vivencias actuales y la percepción de futuro determinan la toma de decisiones.

Referencias

  • Cortada de Kohan, N., Macbeth, G. (2006). Los sesgos cognitivos en la toma de decisiones [en línea]. Revista de Psicología, 2(3). Disponible en: https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/6131
  • Fonseca, C. (2016). Toma de decisión:¿Teoría racional o de racionalidad Limitada? Kálathos, 7(1), 1-13.
  • Kahneman, D. (2003). Mapas de racionalidad limitada: psicología para una economía conductual. Discurso pronunciado en el acto de entrega del premio Nobel de Economía 2002. RAE: Revista Asturiana de Economía, (28), 181-225.
17 August 2021
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