La Relación Tóxica Entre El Azúcar Y Cerebro

Existe una relación directa entre el cerebro y el consumo de azúcar. En el artículo “The neuroscience of sugars in taste, gut-reward, feeding circuits, and obesity” se abordan los mecanismos que intervienen en la elección del consumo de azúcar, los cuales se engloban tres componentes principales; el cerebro, intestino y la lengua (a través de la percepción del sabor) este último se lleva a cabo mediante receptores del gusto tipo 1 (T1R2) y 2 (T1R3) en los cuales se une la sucralosa, glucosa y fructosa y están ubicados en la región del cromosoma 1p36 en el humano.  Además, se explica cómo es que el consumo excesivo de esta sustancia dulce disminuye la percepción del sabor debido a una actividad disminuida de las neuronas sensibles al dulzor. Ello a su vez son mediadas por el aumento de la actividad del sensor N- acetil glucosamina transferasa ligada a O y con ello disminuye la eficacia de circuitos fisiológicos que ayudan a evitar llegar a la obesidad. Dado que causa un descontrol al ir aumentando las cantidades del consumo de azúcar pues como se menciona se va perdiendo la percepción del sabor dulce (se necesita ingerir más cantidad para sentir el sabor), se generan así enfermedades. Por ejemplo, la obesidad que por sí sola causa daño a la salud, pero de ella también se derivan comorbilidades más enfermedades que causarán más efectos adversos. Se especifica que el consumo de bebidas azucaradas se relaciona íntimamente con Diabetes Mellitus tipo 2 y este consumo de hidratos de carbono es mayor cuando se da en su estado líquido como en las bebidas azucaradas ya que pasan desapercibidas. Se desarrollan comportamientos de adicción por el consumo de alimentos altos en hidratos de carbono simple y alimentos con alta palatabilidad alto agrado al paladar a medida que se consumen con mayor frecuencia .

Otro estudio declaró que el ARNm del gen vasopresina 1a mejoró su expresión con el consumo de alcohol especialmente en mujeres adolescentes, ‘’[..]estos datos demuestran que las alteraciones conductuales y neuronales que pueden servir como factores de riesgo en vulnerabilidades de drogas posteriores’’. Esta última afirmación puesta en el artículo nos recalca cómo es que el gen está íntimamente relacionado con las conductas de adicción. Las vasopresinas se definen como ‘’Hormonas octapéptidas antidiuréticas liberadas por la NEUROHIPÓFISIS de todos los vertebrados (la composición química varía con la especie). Controlan el metabolismo y el equilibrio hídrico, regulando el PULMÓN, BRANQUIAS, RIÑÓN, etc. y la pérdida de agua, y también contraen la musculatura lisa. También pueden ser NEUROTRANSMISORES. También incluyen a los derivados sintéticos de la vasopresina. Las vasopresinas se emplean farmacológicamente como agentes renales, agentes vasoconstrictores y hemostáticos.’’

La diabetes Mellitus ocurre cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza como debería. Los niveles de glucosa altos en sangre, durante el embarazo por ejemplo, pueden provocar una clase de memoria celular, que es lo que determinará la expresión de genes para desarrollar DM2.  Como tratamiento médico para la diabetes existen diferentes fármacos (insulina) y están disponibles en diferentes presentaciones según las necesidades del paciente. Uno de ellos es la metformina es utilizada como hipoglucemiante, además de prevenir eventos cardiovasculares y disminución de triglicéridos y colesterol, que son enfermedades que por lo general suelen acompañar a la diabetes. Como efectos adversos se pueden presentar, problemas gastrointestinales, náuseas, vómito, entre otros. 

Se realizó un estudio involucrando a 250 familias en las que había más de un hijo con diabetes mellitus y se encontró evidencia de que un locus la ubicación de un gen de susceptibilidad IDDM cerca del D15s107 en el cromosoma 15q26m, donde sí hay asociación en presentar este gen y padeces diabetes mellitus. 

La DM2 tiene como secuela una enfermedad llamada neuropatía diabética, ésta se define como ‘’trastorno de los nervios periféricos causado por la diabetes o un control deficiente del azúcar en la sangre’. Esto nos dice que al paso de la progresión de esta secuela, los músculos, órganos, tejidos, esfínteres, irán dejando de funcionar, puesto que son los nervios periféricos quienes manejan toda función del cuerpo.  Aunque los hidratos de carbono son un elemento importante en el organismo y sobre todo del cerebro para su correcto funcionamiento, se debe tomar en cuenta la diferencia entre el consumo de azúcares simples y la proveniente de alimentos naturales ya que los azúcares simples y edulcorantes artificiales, sin satanizar ninguna de éstas fuentes de energía.

Ahora bien, se puede llegar a la idea de que el gen expresado altamente para el neurotransmisor vasopresina podría tener algo que ver con la conducta de adicción también a azúcares, y exactamente lo contrario pasa en lo que es la Diabetes Insípida Neurohipofisiaria ; donde hay una expresión defectuosa del gen que codifica para la vasopresina y por ende para el gen que codifica la expresión de su receptor. Entonces, se podría concluir que, entre más expresión del gen vasopresina 1a más adicción a azúcar hay y más riesgo de padecer DM2. Entre menos expresión del mismo, más probabilidad de padecer Diabetes Insípida, que es también lo contrario a la DM2, de ahí el nombre de insípida, pero se le llama Diabetes por algunos signos clínicos en común pero nada que ver con ingesta de HC.

Por otro lado, el gen del receptor vasopresina 1a está relacionado a la confianza y reciprocidad, con esto podríamos llegar a la idea de que el enamoramiento o el simple hecho de querer a alguien tiene que ver con éste gen, pues cuando existe este enamoramiento por ende tienes una conducta de confianza y de sentimiento de devolver afecto a la otra persona.

Finalmente, relacionando e integrando, concluimos que puede haber una relación entre adicciones en cuanto a relaciones amorosas e ingesta de HC, todo en orden y gracias a la expresión del gen de la vasopresina.

Referencias Bibliográficas

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05 May 2021
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