Lesiones De Los Musculos Isiquiotibiales; Identificacion Y Tratamiento

Llamamos músculos isquiotibiales al conjunto de fibras musculares que se encuentran en la parte trasera de los dos muslos. En realidad son tres músculos distintos, aunque los nombremos y estudiemos todos juntos. Estos tres músculos son:

  1. Bíceps femoral
  2. Semimembranoso
  3. Semitendinoso

 

Los músculos isquiotibiales nacen la pelvis y, desde allí, realizan su recorrido de descenso hasta la rodilla, insertándose en la parte posterior de la misma. Son fibras musculosas fuertes con gran poder de contracción.

Así de grandes como son, tienen la capacidad de lesionarse de una forma importante. Las lesiones básicas de los isquiotibiales son la contractura, la ruptura y la distensión. Por lejos, esta última es la que más se repite entre los deportistas. Los más afectados son los futbolistas, basquetbolistas y tenistas. En realidad, cualquier actividad física que implique salidas y detenciones bruscas pueden lesionar estos músculos.

Factores de riesgo para lesiones de los músculos isquiotibiales

Como bien dijimos, los músculos isquiotibiales se lesionan en los deportistas del fútbol, básquet y tenis principalmente. También corren riesgo los otros deportes donde hay una sobrecarga de estos músculos por saltos o por frenadas intensas. Fuera del deporte, es una lesión que afecta a bailarines.

Pero hay otros factores de riesgo que intervienen:

  • Haber padecido lesiones de isquiotibiales previamente: una vez lesionados estos músculos es más probable que se repita la lesión. Por ello es fundamental la rehabilitación.
  • Ser poco flexible: hay personas que, congénitamente, tienen menor flexibilidad que los otros. Esta condición no es patológica, pero favorece las distensiones ligamentarias y musculosas.
  • Desequilibrio: este concepto es discutido por científicos y expertos en la ciencia de los deportes. En teoría, en el muslo podría generarse un desequilibrio si el ejercicio que se practica desarrolla más los músculos delanteros, como el cuádriceps, y menos los traseros. Al haber más poder de fuerza al frente del muslo, esa sobrecarga lesionaría los isquiotibiales.

 

La distensión de los isquiotibiales y su clasificación

La distensión de los músculos isquiotibiales es la lesión más frecuente de este grupo muscular. Pero no todas las distensiones son iguales. Existen distintos grados de severidad:

Primer grado: es un estiramiento leve. Para el deportista el síntoma es una molestia apenas, conservando la movilidad del miembro inferior. Se puede seguir desarrollando la actividad física y hasta es posible que el dolor concreto no se haga evidente pasados unos días de la lesión. El tratamiento es con frío local solamente.

Segundo grado: es una lesión de gravedad moderada. Más allá del estiramiento de las fibras musculares, aparecen también desgarros o roturas a lo largo del músculo. Duele más que el primer grado y puede acompañarse de inflamación y edema. Es común que apenas suceda la lesión el deportista la perciba y se vea obligado a detener la actividad.

Tercer grado: aquí la lesión puede catalogarse como grave. Las fibras están francamente rotas, asemejando un desgarro. Se puede dañar el lugar donde los tendones se insertan en los huesos, lo que incrementa la gravedad. La capacidad de movimiento del músculo se ve muy afectada y el dolor interrumpe cualquier actividad que se esté realizando.

Tratamiento

Para confirmar una lesión de los músculos isquiotibiales hay que realizar alguna prueba de imagen. Puede ser una ecografía de partes blandas o una resonancia magnética nuclear. Lo que se observará es el cambio en las fibras musculares afectadas, ya sea que estén distendidas o rotas.

Aunque los síntomas pueden orientar el diagnóstico médico de forma precisa en algunos casos, resulta recomendable la prueba de imágenes para confirmar. Una vez que se establece la existencia de la lesión, se inicia el plan de tratamiento.

La primera medida terapéutica es el reposo. Los deportistas deben detener su entrenamiento por, al menos, una semana. La severidad de la lesión determinará si es requerimiento continuar con el reposo. Junto a ello se indica vendaje, aplicación de frío local y pie elevado.

Estas medidas deberían aliviar el dolor de la primera semana, que es el más intenso. Un profesional médico puede indicar algún analgésico o antiinflamatorio a demanda para mayor confort.

Cuando el dolor desaparece se plantea el inicio de la rehabilitación, la cual tendría dos partes. En la primera parte se trabaja la generalidad para el músculo. Es una etapa de reforzamiento para que las fibras recuperen la fisiología habitual. En la segunda parte, en cambio, hay reacondicionamiento del músculo para el deporte específico. Sobre ello habrá diferencias entre el abordaje en un futbolista y en un tenista, por ejemplo.

Sólo los casos muy graves requieren intervención quirúrgica. Son hechos excepcionales y no es lo frecuente.

21 April 2021
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