Historia de los Primeros Países Industrializados

Introducción

El origen de la primera globalización se da gracias a la transmisión de la industrialización. La primera consecuencia directa es un aumento de la competencia, así como la búsqueda de nuevos mercados. Se trata por todos los medios de ser más competitivo. Se da una especialización internacional o “división internacional del trabajo”. Esta división internacional no es equitativa, ya que los países industrializados se especializan en el sector manufacturado mientras que el resto de los países exportan materias primas y alientos. Los países más desarrollados exportan capital en forma de inversión directa y mano de obra. 

Desarrollo

Por otra parte, los países no industrializados exportaban sobre todo materias primas e importaban productos manufacturados. La clave para entender esta globalización se da en el comercio global, esta es la partida económica que más crece, cerca de un 4% al año entre 1870-1914. Los países dependieron cada vez más de los intercambios con el exterior (interdependencia). La capacidad adquisitiva de la población creció gracias al incremento de los intercambios internacionales. También se desarrollaron nuevos medios de organización comercial y financiera. 

El centro del comercio mundial se encuentra en Europa y en concreto Gran Bretaña (gran flota mercante, cerca al 50% de la flota mundial). La mayor parte de los productos son materias primas y alimentos mientras que cerca de un tercio de los productos son industriales. Esta revolución se llevó a cabo gracias a las innovaciones en el transporte, en concreto gracias al ferrocarril y sobre todo a nuevos barcos de vapor con casco de acero. Cabe destacar la importancia que tuvo el Canal de Suez, ya que redujo considerablemente el tiempo y costo del transporte por mar.

Permitiendo una ruta marítima mucho más rápida entre oriente y occidente. Por otro lado, destaca el telégrafo el teletipo y el teléfono como revolución en las telecomunicaciones, los cuales permitieron comunicarse desde distintos puntos del mundo al momento, lo cual supuso una gran innovación para la época permitiendo por primera vez la comunicación a tiempo real. Durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, se desarrolló una etapa de “capitalismo perfecto” en la que al menos en un principio todos los países comerciaban libremente unos con otros.

Y en la que el estado no intervenía en la economía. La realidad fue la de un proceso mucho más complejo. Por un lado, estaba Inglaterra a la cual le interesaba que existiera un libre mercado. Sin embargo, los países de la Segunda Industrialización (Estados Unidos, Alemania) se sirvieron de políticas proteccionistas para intentar proteger a las nuevas empresas antes de que empiecen a competir con las grandes ya existentes. Además, debemos destacar la crisis de las últimas décadas del siglo XIX la cual obligó a los estados a blindar sus economías.

Durante este periodo existió un gran movimiento de capital humano y financiero. Las inmigraciones se multiplicaron hasta alcanzar los 100 millones (7% de la población mundial) en apenas 100 años (entre 1820 y 1920). Estas se centraron sobre todo en Los Estados Unidos, los cuales recogieron cerca del 50% de los migrantes. La mayor parte de estas migraciones eran en busca de nuevas oportunidades laborales. Estas eran facilitadas por la revolución de los transportes. La mayor parte de los migrantes salían de Europa. Las tendencias y etapas están claras. 

En la primera era un trabajador medio cualificado y pequeños y medianos empresarios en busca de medrar. En la segunda etapa (1880) se trataron de trabajadores poco cualificados en busca de una vida mejor, ya que la crisis había azotado con fuerza a Europa. Por otra parte, en cuanto a los movimientos de capital, como bien refleja el mapa, Inglaterra era el mayor inversor seguido de Francia. Las inversiones inglesas se centraban sobre todo en sus colonias y Estados Unidos. Por su parte Francia invirtió en las líneas ferroviarias europeas. 

Los propios Estados Unidos empezaron a invertir en la construcción de sus propias líneas ferroviarias y los países adyacentes (México y Canadá). La inversión directa y la constante búsqueda de nuevos mercados fue una de las vías de expansión de la Segunda Revolución industrial. Las inversiones iban dirigidas en su mayoría a inversiones en cartera, grandes obras de infraestructura, servicios públicos o explotaciones mineras. En los países receptores (los cuales tenían gobiernos débiles) a pesar de que estas inversiones impulsaron sus infraestructuras básicas.

Empezaron a sufrir una gran dependencia con el exterior, así como a acumular una gran deuda pública. Como podemos comprobar, esta primera globalización beneficio a ciertos países en detrimento de otros. Por último, debemos remarcar el soporte sobre el que se desarrolló esta primera globalización. Aunque se pensó que era la causa del desarrollo, el patrón oro fue una consecuencia de este. 

Conclusión

En conclusión, este permitía facilitar las transacciones financieras y comerciales, así como asegurar la estabilidad de los tipos de cambio y mantener la estabilidad monetaria de los países. El gran beneficiado de este sistema fue Reino Unido, ya que sustentaba la mayor reserva de oro. El sistema funcionó bien, ya que los países se atuvieron a las normas de este. Por otro lado, también fue transmisor de las crisis a nivel mundial, provocaba dependencia respecto al liderazgo de Inglaterra y tiene tendencias deflacionistas.   

17 February 2022
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