Problemas de Racismo y Discriminación en Bolivia

Introducción

Racismo es la creencia de que las personas pertenecen a una raza determinada, basándose en sus rasgos físicos, y cuyos atributos y cualidades hacen que esta raza sea inferior o superior a otra.

La xenofobia se refiere al miedo y rechazo hacia una persona o población que se considera extranjera.

Ambos, el racismo y la xenofobia, son formas de discriminación y se basan en prejuicios. Promueven comportamientos que segregan a individuos y grupos humanos, sin poseer una base racional, y causan daños a quienes los sufren.

A raíz de esto, nos surgieron unas preguntas de investigación

¿Cómo afecta a las personas afrodescendientes la discriminación?

¿Por qué las personas se sienten superiores a los demás por su color?

Desarrollo

El Racismo es el rechazo por diferencias biológicas hacia una persona a quien se le considera de raza inferior, es decir, es una ideología de superioridad. Es una teoría fundamentada en el prejuicio según el cual diferentes razas humanas o etnias presentan diferencias biológicas que justifican relaciones de superioridad entre ellas, como el rechazo, agresión.

La discriminación racional es el acto de separar, distinguir una persona de otra por pertenecer a una categoría social diferente y la discriminación positiva es cuando se asientan discriminaciones con el fin de reconocer la igualdad de las personas perjudicas con el fin de combatir el racismo.

Tipos de racismo

Existen muchas formas de expresar el racismo, como son:

  • Racismo cultural. Se denomina así cuando se rechaza o se denigra de las tradiciones provenientes de una etnia considerada “inferior” o “mala”, abogando por una cultura “pura”. La ironía es que ninguna cultura es realmente pura, sino que se trata del resultado de procesos históricos de asimilación y mezcla que hoy en día resultan indetectables.
  • Racismo institucional. Se habla de racismo institucional cuando las instituciones del Estado operan en base a la discriminación racial, es decir, cuando la justicia actúa distinto de acuerdo al color de piel del ciudadano, o cuando las prácticas racistas se internalizan y normalizan dentro de la policía, como ocurre en ciertos estados de EE.UU.
  • Racismo inverso o discriminación racial “positiva”. Ocurre cuando se discrimina a un individuo perteneciente a la etnia mayoritaria, es decir, a quien normalmente no es discriminado, o también cuando se dan privilegios a un individuo que pertenece a una etnia discriminada, como compensación por pertenecer a ella. Por ejemplo, cuando se otorgan cupos universitarios para miembros de una etnia únicamente.
  • Racismo aversivo. Se emplea este término para nombrar al racismo y la xenofobia sutiles, disimulados dentro de posturas supuestamente contrarias al racismo convencional. Puede considerarse una forma de racismo inconsciente, ya que el individuo puede conscientemente no querer serlo, pero ciertas acciones inconscientes delatan su incomodidad o frialdad frente a miembros de otras razas.
  • Racismo oculto. El racismo oculto es una forma discriminatoria no explícita, que legitima y extiende el racismo de manera indirecta, a menudo disfrazando sus argumentos de pseudociencias, de razones políticas o de juicios sociales que en apariencia no son racistas sino “objetivos”, pero esconden una forma de pensamiento excluyente.

 

Racismo y discriminación

El racismo es quizá una de las más comunes formas de discriminación que existen en la sociedad humana, incluso hoy en día. Pero no es la única. Otras formas de segregación de lo diferente incluyen:

Xenofobia: El odio, miedo o desprecio por los individuos provenientes del extranjero, por sus tradiciones o su forma de hablar, en fin, el rechazo a la convivencia con los que vienen de otras partes el planeta.

Homofobia: El rechazo o el odio a las personas homosexuales o a la existencia misma de relaciones homosexuales, tildándolas de ominosas, perversas, contranatura, etc., al punto tal de negarle derechos o de violentar la integridad física o moral de personas con dicha orientación sexual.

Discriminación religiosa: Se basa en la adhesión de una persona a una u otra religión, como un motivo para discriminar o avalar sus acciones, sus derechos o su existencia. Por ejemplo, a raíz de los atentados terroristas por parte de grupos fanáticos islámicos en Occidente, se tilda a menudo a toda la religión y sus practicantes de terroristas.

Xenofobia

La xenofobia es una actitud que conlleva el miedo y rechazo a lo extranjero. En muchos casos, este rechazo se dirige a personas que son consideradas como extranjeras o que de hecho tienen un origen étnico, geográfico y/o nacional distinto.

la xenofobia no implica que siempre haya alguna intención de discriminar a otra persona o grupo por ser originario de una localidad diferente. A pesar de esto, los comportamientos xenofóbicos son una forma de discriminación.

En todo caso, generalmente se emplea la palabra ‘xenofobia’ para referirse a prácticas y actitudes hostiles dirigidas a personas extranjeras.

El origen de la xenofobia podría suponerse en los inicios de la civilización humana, cuando los grupos y comunidades eran débiles y primitivos y cualquier extraño representaba para ellos una amenaza a la que debía responderse con fuerza.

Ejemplos de xenofobia

Los ejemplos para ilustrar la xenofobia abundan en la historia del ser humano, por desgracia:

La persecución de los judíos en la Europa del nazismo. El gobierno nacionalsocialista encabezado por Adolfo Hitler, desencadenante de la Segunda Guerra Mundial y de la tragedia conocida como el Holocausto Judío, promulgó a mediados del siglo XX una legislación que arrebataba a los ciudadanos de origen judío y a otros pueblos extranjeros considerados “inferiores” (gitanos, eslavos, etc.) todo tipo de derechos civiles y los reducía a la noción de esclavos.

La segregación en la isla La Española. Esta isla del Caribe alberga dos países distintos: Haití, una de las naciones más pobres del hemisferio, y República Dominicana. La primera es una antigua colonia francesa, la segunda española. Y entre ambas hay una frontera que se sostiene no sólo por la geografía política, sino por el rechazo de los dominicanos hacia sus vecinos más pobres, impidiéndoles el paso y a menudo tratándolos como agentes amenazadores.

El conflicto árabe-palestino. Con profundas raíces en el siglo XX, este conflicto enfrenta a la nación de Israel, fundada en 1948, contra sus vecinos de origen árabe, especialmente los palestinos, quienes ocupaban el territorio en que se estableció la joven nación judía. Este complejo conflicto ha derivado en hostilidades y guerras entre ambos bandos, y a no pocos actos de violencia xenófoba de parte de Israel, estado más poderoso y aliado a los EEUU, como masacres, expulsiones y apropiaciones ilegales de tierra.

Frontera México-EEUU. La intensa migración mexicana y centroamericana hacia los EEUU ha motivado enormes tensiones en el área fronteriza de ambos países, ocasionando que los rancheros estadounidenses rechacen violentamente la presencia de los migrantes (a quienes llaman wetbacks, “espaldas mojadas”), y fomentando una política xenófoba de deportaciones y persecuciones, que considera a los mexicanos como responsables de los males estadounidenses.

Racismo y xenofobia

Si bien no son lo mismo, la xenofobia y el racismo suelen ir de la mano. Las consideraciones de tipo racista, que distinguen entre un individuo y otro simplemente por el color de su piel o por su proveniencia étnica, toman a estos individuos como extraños, o sea, como ajenos a la comunidad, aplicando una noción un tanto infantil de “pureza” o “naturaleza” que nada tiene que ver con la historia de la constitución de las naciones, en la que los migrantes y los intercambios culturales y raciales han sido grandes motores del crecimiento y de la riqueza cultural.

Sin embargo, el racismo puede darse entre los individuos de una misma nación, como ocurre a menudo en naciones multiétnicas o producto de orígenes coloniales.

Discriminación

Tanto el racismo como la xenofobia son formas de discriminación, es decir, de conceder o retirar oportunidades, ayudas o beneficios a diversos individuos o grupos sociales en base a su nacionalidad, su origen étnico u otras características, como orientación sexual (como lo denuncian las colectividades LGBT), sexo biológico (como lo denuncia el feminismo) o religión.

De manera que la discriminación puede definirse como el rechazo de un cierto grupo humano debido a prejuicios, odios tribales o nociones puristas de la cultura, resultando así en una exclusión y en un desequilibrio de oportunidades. El machismo, por citar un ejemplo, representa una forma de exclusión hacia las mujeres y hacia formas diversas de la masculinidad.

la discriminación consiste en negarle a un individuo o grupo humano el acceso a ciertos derechos, bienes o servicios, sin tener una razón justa para ello. Es un fenómeno social que causa mucho malestar en quien lo padece y que empobrece el trato entre los seres humanos, haciéndolo menos igualitario, menos democrático y por ende menos justo.

La discriminación suele ir de la mano de la ignorancia, el prejuicio y otras razones subjetivas para preferir injustamente a un sujeto o grupo humano antes que a otros. Desde luego, no ocurre así cuando se tienen motivos concretos, individuales, para rechazar a un individuo, sin por ello generalizar hacia todos lo que tengan su misma condición social.

Prejuicio

las personas prejuiciosas tienen preceptos formados respecto a ideas, lugares o personas que desconocen, pero que asumen como ciertos de entrada. Se trata de una de las muchas formas de la ignorancia, de la que ninguno de nosotros escapa.

Un prejuicio es un pensamiento negativo que alguien emite sobre una persona, cosa o situación sin tener verdadero conocimiento sobre eso. Esta actitud es una muestra de rechazo.

El prejuicio es algo normal en el ser humano, que siempre tiende a hacer suposiciones sobre algo que no conoce o sobre lo que teme, por lo que crea una ilusión acerca de algo y la difunde, pretendiendo que la gente también la crea.

La era inmigratoria. Cultura, incertidumbre y racismo.

Las políticas inmigratorias de numerosas naciones se encuentran en crisis. La última década del siglo XX, así como la primera del siglo XXI, estarán caracterizadas como una «era de migración». Día a día la migración se convierte en un factor global de las relaciones internacionales, mientras las diferencias tradicionales entre las categorías de migrantes han dejado de ser relevantes.

El auge y la evolución del racismo no puede explicarse a partir de factores coyunturales o ideológicos, más bien debemos buscar su relación con los profundos cambios sociales de los últimos 20 o 30 años. El racismo es una forma de expresión de la crisis actual del modernismo occidental.

Las migraciones hacia Europa sólo se pueden comprender en el marco de los movimientos demográficos masivos que afectan el mundo entero. A principios de los 90 se verifica un veloz aumento de las migraciones, no sólo hacia Europa occidental, sino a muchas otras partes del mundo. Las tendencias observadas son las siguientes

Entendemos por alteridades históricas aquellas que se formaron a lo largo de las historias nacionales, y cuyas formas de interrelación son propias de esa historia y de esos grupos. Son otros, resultantes de formas de apropiación a partir de sus interacciones, a través de espacio y tiempo, es decir, de períodos de larga duración en las fronteras históricas interiores, inicialmente en el mundo colonial y luego en el contexto demarcado por los Estados nacionales, tal como lo plantea Rita Laura Segato en texto’ Identidades pollticasl alteridades históricas: una crítica a las certezas del pluralismo global,  publicado en la Revista Maguaré, No. 14. Santafé de Bogotá: Departamento de Antropología, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia, 1999.

Pero no se trata de un reconocimiento banal, sin contenido, o alejado de una lectura política desde la perspectiva de la igualdad, la libertad, la dignidad y la participación real y efectiva en el espacio de lo público.¿ De qué sirve un reconocimiento de la multiculturalidad, si se niega el acceso a derechos primarios como el ingreso justo y digno, la salubridad, la educación, la vivienda, la libertad religiosa, la libertad de conciencia, de expresión, de prensa, de asociación y el derecho a desempeñar cargos públicos, por ejemplo? Este es el gran drama de la irunensa mayoría de grupos culturalmente distinguibles hoy en el mundo. 

Para la construcción del ideal democrático es fundamental la formación de mentalidades claras frente a la alteridad, a la diversidad, al multiculturalismo, a los particularismos étnicos, nacionales, regionales, raciales, religiosos, sexuales, entre los fundamentales. Pero de idéntica forma, se precisa equilibrar la cultura de la alteridad con los procesos de formación de una cultura ciudadana. Es decir, a los otros hay que tratarlos como ciudadanos libres e iguales.

Trabajo presentado en las X Jornadas de Investigación de la Facultad de Ciencias Sociales.

En esta ponencia se presenta un avance del Proyecto de Tesis de Doctorado:“Racismo y Acciones Políticas Afirmativas en Uruguay. Caso Afrodescendiente.” Las investigaciones sobre la población afrodescendiente en Uruguay muestran las dificultades que ésta y otras minorías étnicas enfrentan desde larga data para lograr su integración. Destacan la persistencia de inequidad y desigualdad heredadas por generaciones, expresadas estructuralmente, en vivencias cotidianas y muestran la incidencia de la variable raza-etnia como fuente de desigualdad.

Población afrodescendiente y desigualdades étnico-raciales en Uruguay

Las sociedades de principios de siglo xxi afrontan importantes desafíos, oportunidades y amenazas. Su suerte dependerá de nuestra capacidad para construir comunidades inclusivas, equitativas y abiertas, sobre bases solidarias y racionales que garanticen un bienestar básico, el acceso democrático a las oportunidades y los derechos para todas y todos, reconociendo en la diversidad una condición necesaria para la construcción de un destino común. 

Las notorias desigualdades que separan a unos seres humanos de otros, los dilemas demográficos, las incertidumbres ambientales, los presagios de enfrentamientos entre civilizaciones, las pretensiones hegemónicas de una cultura única, los brotes de intolerancia y los impulsos belicistas, entre otras amenazas, reclaman un nuevo pacto de convivencia entre los pueblos, basado en el respeto de las identidades culturales, los derechos humanos, la convivencia pacífica en el reconocimiento de lo que nos diferencia y la valoración fundamental de todo aquello que nos une. Nuestro país no es ajeno a estos desafíos. 

La cuestión racial ha estado prácticamente ausente en los diversos diagnósticos sobre la situación socioeconómica de la población uruguaya y sobre los procesos de exclusión. En particular, es escasa la información disponible sobre la población afrodescendiente, la minoría racial más numerosa del país. Este trabajo constituye un aporte a la tarea de pensar y proyectar la sociedad uruguaya con equidad en la diversidad, desde la actividad académica, la gestión institucional o la praxis social, en la medida en que incorpora conocimiento sobre una temática poco trabajada, pero relevante en la construcción de cualquier mirada democrática sobre nuestro pasado y presente, así como nuestro futuro. 

La publicación ofrece un cuerpo de información actualizado y riguroso sobre las condiciones de vida de la población afrouruguaya, los mecanismos y determinantes de su posición desfavorable en el conjunto de la sociedad, y el contexto histórico en el que esta realidad se ha configurado a lo largo del tiempo.

Conclusión

El problema en Bolivia es que el país está viviendo un proceso de reformas, sin salirse del marco democrático, pero tanto la oposición como el gobierno actúan como si estuvieran frente a una revolución, habría declarado Marco Aurelio García, cercano colaborador de Lula en asuntos internacionale.

 Me permitiré no tomar al pie de la letra, sino en irónico sentido, la declaración de Marco Aurelio García, hombre inteligente e informado que no puede dejar de darse cuenta de que si los dos protagonistas del enfrentamiento boliviano creen que se trata de una revolución, esa creencia es la mejor prueba de que, en efecto, lo es. El vicepresidente Álvaro García

Linera, en cambio, ha dicho que lo que está en curso es “una ampliación de élites, una ampliación de derechos y una redistribución de la riqueza. Esto, en Bolivia, es una revolución”. Tiene cierta razón: en Bolivia nomás eso ya sería una revolución como la de 1979 en Nicaragua. Pero lo que dolor y castigo de los indígenas en la plaza pública de Sucre y en las calles de 

24 April 2021
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