Reseña se 'San Manuel Bueno, Mártir' de Miguel de Unamuno

El ensayo de ‘San Manuel Bueno, Mártir’ de Miguel de Unamuno presenta una reseña y reflexión personal sobre esta obra literaria.

Desde el principio y a través de la novela vemos que las ideas unamunianas de la inmortalidad y la fe siguen muy relevantes en sus obras aun después de tantos años. Pero en contraste a sus obras anteriores, como Niebla, vemos como Unamuno incluye una nueva idea en San Manuel Bueno, Mártir; la idea que de tener realidades alternativas dentro de la misma obra. A través de la narración de Ángela vemos como personajes como Lázaro, don Manuel, y hasta ella misma están en conflicto entre una realidad diferente a lo que vemos. A través de la narración de Ángela vemos como el personaje de don Manuel, principalmente, se tormenta entre una verdad que resultaría ser muy trágica para su pueblo o continuar con una felicidad ciega. Descubrimos que don Manuel, un hombre que predica la palabra religiosa, en realidad no cree en la religión o en un cielo/infierno, pero a la misma vez entiende el poder que tiene la religión sobre la gente. Como vemos en el fragmento trece, Ángela relata una conversación entre Lázaro y don Manuel donde confiesa su verdad y cuando Lázaro le pregunta que porque no dice la verdad don Manuel responde, “¿La verdad? La verdad, Lázaro, es acaso algo terrible, algo intolerable, algo mortal; la gente sencilla no podría vivir con ella” … “Yo estoy para hacer vivir a las almas de mis feligreses, para hacerlos felices, para hacerles que se sueñen inmortales y no para matarlos.”

La manera en la que Ángela relata lo que sabe, ha visto, y ha oído de don Manuel lo hace de una manera en donde lo objetivo de su narración se mezcla con lo subjetivo. Ella relata los hechos, pero es difícil separar los hechos por lo que son sin hacerlos personales. También no ayuda que su narración toma lugar muchos anos después de que hayan muerto don Manuel y Lázaro. Hay la posibilidad de que haya no solo confundido algunas cosas, pero también las recuerde subjetivamente. Esta confusión la vemos muy evidente en el fragmento veintitrés cuando dice, “Y yo no sé lo que es verdad y lo que es mentira, ni lo que vi y lo que sólo soñé -o mejor lo que soñé y lo que sólo vi-, ni lo que supe ni lo que creí. Ni sé si estoy traspasando a este papel, tan blanco como la nieve, mi conciencia, que en él se ha de quedar, quedándome yo sin ella. ¿Para qué tenerla ya…?”

Tomando estas cosas en cuenta creo que para contestar esta pregunta depende mucho como definan ‘fiable’. Por un lado, su dilema de separar los hechos con su subjetividad es un buen ejemplo de lo que lucha don Manuel; esta noción de cuál es la realidad que debe relatar a la gente y si lo que está haciendo es una obra de caridad o simplemente un engaño hacia su pueblo; es un recuento que combina los hechos con los sentimientos de ella. Por otro lado, creo que esa falta de objetividad y el dilema entra la verdad trágica y la felicidad ciega que personifica las ideas de la inmortalidad y la fe, es algo que Unamuno quiere que nosotros los lectores cuestionemos a través de su obra. Para mi si fue un testigo fiable. El personaje de don Manuel, sus acciones y lo que representa es demasiado complejo. Ángela se pierde relatando su complejidad y aunque mezcla lo objetivo de los hechos con su propio reconocimiento y subjetividad es necesario incorporar lo personal; lo cual la hace un testigo fiable.

11 February 2023
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