Sustentabilidad y el Desarrollo Sostenible en México

En este ensayo se pretende señalar la importancia del Desarrollo Humano (DH) como catalizador de una mejora en la calidad de vida humana que a su vez conduzca a una mejor sociedad para vivir. Por definición se menciona, el DH “comprende la creación de un entorno en el que las personas puedan desarrollar su máximo potencial y llevar adelante una vida productiva y creativa de acuerdo con sus necesidades e intereses” (PNUD, 2019) .

Por otra parte, las capabilidades individuales se deben de tomar en cuenta al hablar de un desarrollo social, ya que con ellas se evalúa el bienestar que hay en la sociedad, y representan una gran influencia en las decisiones que se tomarán para mejorar un determinado entorno.

Algunas organizaciones están fuertemente relacionadas y abogan por un cambio mundial que favorezca este DH, una de ellas es el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que tiene como objetivo ayudar a las poblaciones en diferentes partes del mundo. Busca que los países “tengan acceso al conocimiento, a la experiencia y a los recursos necesarios para ayudar a que las personas se labren un futuro mejor” (PNUD, 2015).

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se fundó con la intención de mantener la paz y las seguridades internacionales, fomentando una relación de amistad con las naciones, ayudando a la solución de problemas y respetando los derechos humanos. Cabe destacar que en 2015 se aprueba por la Asamblea General de las Naciones Unidas la agenda 2030 que se conforma por 17 objetivos que tienen como finalidad “erradicar la pobreza, las desigualdades, la protección del planeta y asegurar la prosperidad para todos (Gobierno de México, 2015).

Con la finalidad de lograr un desarrollo del individuo y de la sociedad, estas organizaciones han establecido los siguientes ejes: educación para el desarrollo sostenible, educación para la paz, educación para la ciudadanía global y educación inclusiva, que sentarán las bases para la creación de una mejor sociedad.

La educación para la paz se basa en conocimientos, capacidades, actitudes y valores necesarios para que las personas puedan producir cambios en su comportamiento y con esto prevenir la violencia y conflictos que puedan llegar a tener. Su objetivo es promover la paz dentro o fuera de la escuela (UNICEF, S.F).

La educación inclusiva junto con la agenda 2030 buscan eliminar las disparidades de género y promover el acceso igualitario. Esta educación tiene como objetivo el promover un aprendizaje tanto de calidad como igualitario (UNESCO,2019).

La educación para la ciudadanía mundial tiene como objetivo que los estudiantes puedan resolver y enfrentar situaciones que se presentan desde un enfoque global y que de la misma manera contribuyan de una manera dinámica y efectiva la incentivación para lograr un mundo más incluyente, seguro, pacífico y tolerante, todos estos objetivos deben verse reflejados en la educación actual donde sus contenidos, métodos y estrategias estén ligados a todo lo antes mencionado (UNESCO, 2017).

El siguiente eje que se presenta, se desarrollará a lo largo de este trabajo: La educación para el desarrollo sostenible (EDS). Según el informe de Brundtland en 1987, se le llama desarrollo sostenible a aquel “desarrollo que satisface las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades” (UNESCO, 2012). Así que el eje de la EDS se enfoca en “ayudar a las personas a desarrollar actitudes y capacidades, como también adquirir conocimientos que les permitan tomar decisiones fundamentadas en beneficio propio y de los demás, ahora y en el futuro, y a poner en práctica esas decisiones” (UNESCO, 2017).

Uno de los principales objetivos de la educación para el desarrollo sostenible es acabar con la pobreza en sus diversas formas, garantiza una educación sostenible y aprendizaje a lo largo de la vida del individuo, reduce las desigualdades y la discriminación entre países, fortalece los medios de implementación y fomenta la alianza para el desarrollo sostenible (Fundación Thales,S.F).

La educación para el desarrollo sostenible (EDS) empodera a las personas para hacerlas cambiar en su manera de pensar, ayuda a desarrollar hábitos sustentables, actitudes y capacidades que lleven a los individuos a la toma de decisiones para su propio beneficio y el de su entorno (UNESCO,2017).

Así mismo, cuenta con ciertas características que tratan de incorporar a la enseñanza los valores necesarios para una mejora en la educación del desarrollo sustentable, se destacan las siguientes:

  • Se basa en valores y principios que incentivan el desarrollo sustentable.
  • Incluye varios ámbitos como el social, ambiental y económico.
  • Desarrolla el pensamiento crítico y busca encontrar las posibles soluciones de problemas.
  •  Se basa en las necesidades y condiciones locales con el fin de reconocer los efectos y consecuencias de estos.
  • Se orienta a la acción ya que busca tomar conciencia y sensibilización por parte de la comunidad educativa y promuevan el compromiso hacia esto.
  • Asume la participación en la toma de decisiones.
  • Considera los problemas del desarrollo sustentable en un enfoque tanto local como globalmente. (UNESCO, 2009).

Hablar sobre sustentabilidad y sostenibilidad puede resultar confuso, pues son conceptos similares. Lo sustentable trata de explicar la argumentación de defender y razonar, en tanto que lo sostenible hace referencia a prácticas a lo largo de la vida sin agotar los recursos. El desarrollo sostenible “se constituye por tres dimensiones: economía, medio ambiente y sociedad que persiguen un crecimiento a largo plazo sin dañar el medio ambiente” (SEMARNAT,2018).

La educación para el desarrollo sostenible ha sido introducida dentro de diferentes ámbitos sociales, como por ejemplo el ámbito académico, empresarial y político. Tanto las instituciones educativas como las industrias privadas han comenzado a desarrollar una preocupación por el medio ambiente.

El desarrollo sostenible en el ámbito académico requiere que los seres humanos aprovechen las capacidades que tienen para que se comuniquen con el entorno pero a su vez con ellos mismos, con esto podrían tratar de tener un futuro sustentable. La educación para el desarrollo sostenible en esta perspectiva requiere de un sentido crítico, que se base en encontrar pensamientos y acciones que fortalezcan la responsabilidad con la sustentabilidad y tratar de fomentar creaciones de comunicación entre las conveniencias formales y no formales, manifestando una vida ética para la sustentabilidad. La educación para el desarrollo sostenible tiene un gran compromiso para promover la sustentabilidad y para ello se tiene que promover acciones por parte de los ciudadanos como las aportaciones de transformación de realidades para el futuro sustentable, equitativo, justo y diverso que se desea adquirir (Tréllez, 2006).

El Instituto de Investigación en Educación de la Universidad de Costa Rica realizó una investigación sobre la Educación Ambiental para la Sustentabilidad en la Educación Secundaria en México, este estudio consistía en observar el predominio de la sustentabilidad en los programas de estudio donde se identifican algunas complicaciones para la docencia.

En la investigación se trabajó con tres categorías de sustentabilidad: débil, fuerte y súper fuerte.

Se le denomina sustentabilidad débil a las soluciones o procesos productivos que ayuden a disminuir el impacto ambiental; la sustentabilidad fuerte es aquella que utiliza todas las valoraciones económicas para un reparto equitativo de costos y beneficios ambientales, busca asegurar la supervivencia de especies y la protección de ambientes y; la súper fuerte es la que propone cambios mayores donde contiene todos los valores culturales, religiosos, estéticos y ecológicos.

La educación ambiental incluye elementos en su programa de estudio donde sus contenidos son variables ya que tienen diferentes enfoques. En el año 2011 la SEP (Secretaria de Educación Pública) sustenta un plan de estudios que propicia a una formación responsable y crítica, donde aborda tres ejes:

  • Educación ambiental. Aborda aquellos problemas en el sector local, nacional y mundial.
  • La formación de valores. Propone poner en marcha aquellos valores esenciales tales como la justicia, libertad, solidaridad, igualdad, el aprecio y respeto por la vida, la diversidad cultural y la dignidad de las personas.
  • Educación sexual y equidad de género. Busca un conocimiento más amplio de la sexualidad en el que está presente el género, la reproducción, el respeto a uno mismo y a los demás.

En el campo de la formación busca la exploración y comprensión de la naturaleza y la sociedad, integrar varios énfasis en respecto a la historia, política, economía, cultura, ciencia y geografía donde se desarrolle una motivación por la exploración por parte del alumnado.

La principal limitante para el desarrollo de todos estos programas es que se relaciona con la formación de los profesores, ya que estos suelen confundir a la sustentabilidad con el desarrollo sustentable, por lo general dejan los términos sustentabilidad fuerte y súper fuerte fuera de sus presentaciones, por otra parte, muy pocos profesores conocen las implicaciones de llevar a las materias todos los contenidos y llevarlos a la acción.

La investigación pone énfasis en que en la educación debe ser predominante las asignaturas que promuevan la sustentabilidad, que se involucren todo aquellos valores que tienen las personas para así lograr cambios en el ambiente, y que es necesario que se elaboren planeaciones que involucren materias donde se aborden estas problemáticas y posibles soluciones. (Calixto, 2015).

Al momento de analizar los alcances que ha tenido la Educación para el Desarrollo Sostenible en México, es evidente el creciente interés que tienen las instituciones por crear conciencia en alumnos, trabajadores y en la sociedad en general, acerca de la importancia del Desarrollo Sostenible. Desafortunadamente, existen aún carencias económicas en el sistema educativo y en la infraestructura, que interfieren en lograr que los efectos favorables de la EDS sean mayores, o bien, que se presenten visiblemente a corto plazo.

Sin embargo, a pesar de las carencias, al mirar las estadísticas se concluye que la EDS en México poco a poco adquiere interés y se presenta en el marco de las grandes corporaciones y sistemas educativos. Lograr que esta educación se introduzca en todos los espacios, tanto públicos como privados, garantiza una sociedad que por lo menos tiene mayor conciencia de sus acciones y de la importancia de sus recursos.

En el mejor de los casos, se generará una sociedad que trabaja día a día para construir un mundo mejor, seres humanos comprometidos no solo con su trabajo, sino también con su entorno. Aquellos que realmente sean afectados por la EDS, desarrollarán el pensamiento de dejar un mundo mejor del que encontraron.

Al ser educadores, o aspirantes a trabajar en el sistema educativo, tenemos una gran responsabilidad social, pues nos corresponde modelar una educación sostenible que logre impactar a nuestros compañeros universitarios, de tal forma, que seamos promotores, a corto plazo, de una concientización a nivel universitario en torno al tema de sustentabilidad. 

01 August 2022
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