Teléfonos Móviles y Conducción: Uso del Celular al Volante

El uso del teléfono móvil, en especial los más avanzados o “inteligentes” ha generado un nuevo campo de estudio, pues las personas pueden verse afectadas de distintos modos cuando la atención sobre dicho objeto es exagerada. Investigaciones han revelado que el cerebro humano puede sufrir alteraciones de acuerdo al desarrollo de hábitos que de alguna manera motiven modificaciones en la estructura convencional. Por lo tanto, en esta investigación nos proponemos a reconocer los efectos del uso del celular sobre los conductores.

El presente trabajo monográfico contiene información obtenida de fuentes diversas para plantear el problema de usar el teléfono móvil mientras se está al volante. Señala la posición de organismos especializados en el área de manipulación de automóviles, así como de instituciones que han realizado estudios para determinar las consecuencias de usar el celular al conducir. Se analiza la incapacidad cognitiva que pueden generar ciertos distractores para el conductor, puesto que los factores externos pueden afectar la condición de las personas en diversas circunstancias. También se plantean las consecuencias de las distracciones en los conductores y la gravedad de estas.

Introducción

Según los investigadores el principal problema que puede generar el uso del celular mientras estamos al volante tiene que ver con la distracción. Dentro del vehículo y fuera de este, el conductor encuentra posibles distractores, los cuales, aunque sean distintos el uno del otro, tienen el mismo efecto: la persona descuida la atención sobre su tarea.

Una conversación con el pasajero puede ser considerada una distracción, cambiar la radio, modificar la temperatura, comer, saludar a alguien en el exterior, también son distractores. Sin embargo, los expertos señalan que existen grandes diferencias entre las distracciones antes mencionadas y el uso del móvil, ¿por qué?, la Organización Mundial de la Salud, OMS y la NHTSA (2011), señalan que: “Los estudios realizados han puesto de manifiesto que un conductor que habla por celular tarda más en reaccionar”. En otros casos de distracción existe una mayor conciencia del hecho de manejar, sin embargo, al usar el móvil la persona puede abstraerse mucho más.

No obstante, hablar por el móvil no es la situación más grave. Informes de la Wolkswagen, publicado en la revista Gestión (2017) advierte que “textear” es una de las maniobras más complicadas de realizar al volante, y por ende, la más riesgosa. “Uno de los riesgos que conlleva esta acción, es que cuando el piloto opta por ‘textear’ se ausenta totalmente de la visión y atención que debe tener al conducir” el reporte explica que recuperar la visión sobre la vía es un proceso que puede tardar unos cuatro segundos, tiempo suficiente para avanzar al menos 20 metros.

Todos los estudios realizados al respecto confirman que la distracción provocada por el uso del móvil al conducir afecta varios sentidos. La OMS (citado en Gestión, ob.cit) expresa que: “la distracción que se produce por el uso de este aparato, tanto por hablar como por escribir o leer mensajes de texto, es de varios tipos: visual, auditiva, manual y cognitiva.”

Uso del celular

La tecnología ha cambiado la rutina de muchas personas en el mundo, tanto para bien, como para mal. A medida que el desarrollo tecnológico incorpora novedades al mercado, las actividades humanas se transforman, en especial cuando dichas incorporaciones interfieren con la cotidianidad. Entre las innovaciones que más crecimiento ha sufrido en los últimos 20 años se halla el teléfono móvil. Con la llegada del celular o teléfono manual las personas han logrado una conexión insospechada.

Peden (2004), señala que: “El número de teléfonos móviles manuales o celulares ha aumentado rápidamente en muchos países de ingresos altos; en los Estados Unidos, por ejemplo, pasó de 500 000 en 1985 a más de 120 millones en 2001. También aumentó claramente en Europa.” Pero no solamente hablamos de que la cantidad de celulares aumentó, también se generó una modificación en la rutina de la gente que los usa; el apego por este aparato, así como el desarrollo de una necesidad de usarlo a revelado que podríamos sufrir efectos nocivos en diversos sentidos.

Al respecto, Price (2018), señala que el objeto del móvil ha provocado beneficios y perjuicios “poco más de una década después de que los teléfonos inteligentes aparecieran en nuestra vida, empezamos a sospechar que el impacto que tienen en nosotros quizá no sea totalmente beneficioso.” Según la autora, el uso del celular nos da la sensación de estar ocupados sin que los resultados efectivos lo pongan en evidencia. En su opinión, “La misma tecnología que nos da la libertad también es una correa, y cuanto más atados estamos, más nos preguntamos quién manda realmente.”

Por su parte, la OMS y el NHTSA (ob.cit) exponen las siguientes cifras sobre la tenencia del móvil: “Entre 2008 y 2009, el uso de teléfonos celulares en los países en desarrollo superó el 50 por ciento de la población total, situándose aproximadamente en el 57 por ciento de la población, mientras que en los países de ingresos altos, el uso supera ampliamente el 100 por ciento (es decir, hay más de una suscripción a una línea de telefonía celular por habitante).

Price (ob.cit), también revela datos sobre el uso del móvil que son alarmantes si consideramos que apenas hablamos de una sola región. “Los estadounidenses miran el móvil unas 47 veces al día. Para los jóvenes de entre 18 y 24 años, la media es de 82 veces. Colectivamente, alcanzamos los 9.000 millones de consultas al día.” Según su análisis, la media de los ciudadanos en Estados Unidos dedica más de 4 horas al día al móvil, dicho numero representa 28 horas por semana, 112 por mes y unos 56 días del año.

El uso indiscriminado del teléfono móvil también es reconocido por algunos especialistas como adicción a la tecnología. Sin embargo, en una entrevista con un experto, EFE (2018) afirma que: “la adicción al móvil no es una patología declarada, ya que no la ha reconocido, «aún», la Organización Mundial de la Salud (OMS), como sí ha hecho con los trastornos causados por los videojuegos, aunque espera que lo haga en breve, porque «es una enfermedad social enorme’.

EFE (ob.cit) explica que el término para definir “el abuso del móvil es “nomofobia” acuñado en el Reino Unido para conocer el nivel de ansiedad que genera su utilización.” Esta situación ha obligado a algunas instituciones a intervenir, por ejemplo, se regula la utilización de estos aparatos en las escuelas e incluso ciertas leyes respaldan la prohibición del móvil en circunstancias especiales, por ejemplo, al conducir.

Esta tendencia no parece desaparecer en el futuro inmediato. Se cree que la era de los teléfonos inteligentes complica su salida de las carreteras, las aulas, los hogares e instituciones públicas. En épocas anteriores el internet era una herramienta de escritorio, pero, hoy en día se ha trasladado un enorme porcentaje a los teléfonos móviles. Lo anterior mencionado lo explica la OMS y el NHTSA (ob.cit), en la siguiente cita: El creciente uso del teléfono celular forma parte de un proceso de integración más amplio de las tecnologías de la información y la comunicación en todo el mundo, lo que permite que haya un flujo instantáneo y continuo de información y de creación de redes sociales. Cada vez más omnipresentes, aparatos como los teléfonos celulares y los teléfonos inteligentes, los reproductores de MP3 y los i-Pod, y aplicaciones como Facebook y Twitter, están haciendo en muchas sociedades que los usuarios tengan un vínculo cada vez mayor con esas tecnologías.

El celular provoca distracciones que causan accidentes

Si se demoniza el uso del celular al volante es por una razón básica: provoca distracciones. Considerando que la acción de conducir vehículos de cualquier tipo requiere de mucha concentración, atención y coordinación, es un hecho que las distracciones no tienen cabida en esta actividad. Por lo tanto, en gran medida los accidentes ocurren por fallos que comete el conductor de alguno de los vehículos implicados en estos.

Usar el móvil conduciendo es un problema en sí mismo, pues se pierde la atención en lo que se está haciendo y la coordinación también falla. Cardona (2017), plantea que: La cantidad de accidentes originados por el uso del móvil conduciendo es un problema que sigue afectando en gran medida a la circulación, aunque las cifras por multas por este motivo han ido disminuyendo en los últimos años, todavía es una de las principales causas de accidentes de tráfico.

Que ocurran multas por el uso del celular al volante es una muestra de que las autoridades han encontrado causa sobre accidentes. A muchas personas les molesta que se les prohíba o regule el uso de su móvil, pero tal restricción intenta proteger a todos los actores en la vía. Un conductor distraído es un peligro para todos, no solo él y su vehículo podrían estar involucrados en accidentes, también los otros conductores están expuestos ante una maniobra equivocada de su parte; de igual modo, los peatones, animales, edificios y otros vehículos en la zona son propensos de sufrir las consecuencias de una pequeña distracción con el celular.

Cardona (ob.cit) explica que aun cuando se crean regulaciones y los conductores se cuidan de usar el teléfono mientras manejan, el peligro no se acaba del todo: “Los accidentes por distracción causan el 30 % de las víctimas mortales de accidentes, por lo que cada año fallecen al menos 500 personas en accidentes de tráfico en los que la distracción aparece como factor concurrente.” (El Mundo Motor, 2017). Y la distracción más frecuente es el uso del teléfono móvil

Por su parte, García (2016), expone que “un conductor distraído puede con facilidad no detenerse ante una señal de pare, puede olvidar señalar para hacer un cambio de línea o simplemente dejar de mirar en las zonas “no”. Según el autor, el propio auto es la primera causa de distraccion: La ciencia y la tecnología han expandido nuestros conocimientos y recursos hasta nuevas fronteras. Pero con esos nuevos recursos llegan nuevos riesgos. Hoy en día los autos cuentan con magnificos sistemas computarizados que hacen de nuestra experiencia automovilistica algo fascinante.

El autor plantea que el conductor se distrae, además de usando el móvil, cambiando de emisora radial o ajustanto algunas de la comodidades del vehiculo. Por lo tanto, en ciertos lugares está penalizado hablar por celular al volante, pero también se regula el uso de otros distratores accesoriso del automovil.

Por su parte, Moto (2018), asegura que las probabilidades de sufrir accidentes se incrementan a medida que aumentan las distracciones: Según la Conapra, ‘una distracción, por mínima que parezca, incrementa hasta en 23% la posibilidad de sufrir un accidente’. En solo un par de segundos que el conductor despegue la vista del camino, puede avanzar cientos de metros según la velocidad que lleve. Una distracción de este calibre puede (y en muchos casos resulta) ser fatal.

También OMS y el NHTSA (ob.cit), confirman que las distracciones con el celular pueden ser letales mientras se maneja. Por lo tanto, plantean la siguiente afirmación: El uso del teléfono celular hace que el conductor desvíe la mirada de la carretera, quite las manos del volante y aparte su mente de la carretera y de la situación existente. Es precisamente ese tipo de distracción, conocida como distracción cognitiva, la que tiene mayores consecuencias en el comportamiento del conductor.

Al respecto, Molina (2015), también hace un aporte más conductual, porque se basa en investigaciones relacionadas a las respuestas que el cerebro humano está capacitado para dar. Señala lo siguiente: Según los expertos de UnoBrain, conducir requiere gran capacidad cognitiva: estimaciones de velocidad-distancia, percepción de lo que está ocurriendo de frente, consciencia de lo que hay alrededor del vehículo, toma de decisiones rápidas, interpretación de señales y recalcular información, por mencionar sólo algunos de los requisitos que implica la habilidad al volante. Cuando se intenta leer y contestar mensajes, el foco de atención cambia para realizar las tareas mentales que implica textear. Como imaginarán, el resultado fatídico es inevitable.

A parte de las distracciones que genera abrir el móvil, tratar de escribir un texto, marcar un número o entender una información, algunos autores consideran que puede haber una distracción indirecta con respecto al uso del celular. Por ejemplo, García (ob.cit), plantea que el conductor, por ser una persona de carne y hueso puede sufrir de alteraciones que no tienen nada que ver con la acción de conducir, pero que pueden reflejarse en esto.

En tal sentido, propone que las emociones afectan nuestra manera de desenvolvernos porque son una distracción. “Una persona que ha recibido una mala noticia, está en proceso de divorcio, etc; puede ser que sufra un accidente con más facilidad porque puede distraerse”, ¿qué ocurre si las emociones son trasmitidas vía telefónica? Entonces podría decirse que el teléfono móvil es causante indirecto del percance, pues aunque el conductor ya haya dejado de usar el celular, la información fue recibida en el momento menos apropiado.

Para la OMS y el NHTSA (ob.cit): “Cuando el conductor se distrae, su atención se ve temporalmente dividida entre lo que a menudo se denomina la ‘tarea principal’, esto es, conducir, y otras ‘tareas secundarias’ no relacionadas con la conducción.” Por lo tanto, si el conductor estuviera, por ejemplo, conversando a través del móvil sus recursos cognitivos se dividen entre la tarea de atender a la conducción y la de entender la conversación; por lo tanto, su capacidad de reflexión puede reducirse drásticamente, incluso puede llegar a la mitad.

¿Cómo se evidencian las distracciones?

Informes revelan que algunas acciones principales a la hora de conducir pueden verse afectadas si el conductor no está atento lo suficiente. Según Peden (ob.cit): “Los estudios indican que los conductores tienen sobre todo dificultades para permanecer en su carril, para conservar la distancia apropiada entre dos coches y mantener la velocidad conveniente, y para estimar y aceptar las distancias de seguridad en tránsito.”

Por su parte, la OMS y el NHTSA (ob.cit), exponen otras posibles situaciones que se pueden presentar al volante mientras se usa el teléfono móvil, según estas organizaciones las distracciones en la conducción pueden ser de cuatro tipos, visuales, cognitivas, físicas y auditivas, las cuales se evidencian de la siguiente manera:

  • Visuales: cuando el conductor aparta la vista de la vía para atender a una tarea diferente
  • Cognitivas: existe una reflexión actual o posterior sobre la conversación que tiene o tuvo lugar en el móvil, en lugar de concentrar sus habilidades en la carretera
  • Físicas: el conductor deja la manipulación del vehículo para tomar el dispositivo móvil, entonces no toma el volante con ambas manos, se inclina o voltea para buscar.
  • Auditivas: escuchar la conversación telefónica, el timbre del móvil o alto volumen en la música impide que el conductor use sus oídos para sentir la aproximación de otros vehículos, oír alguna sirena o señal de tránsito.

Peden (ob.cit), también afirma que la distracción reduce la capacidad de respuesta del conductor: Al marcar un número, la atención del conductor sobre el camino puede disminuir. Los resultados de estudios sobre la distracción y la exigencia mental muestran que el tiempo de reacción del conductor aumentan de 0,5 al 1,5 segundo cuando se está hablando por el móvil manual.

Que se reduzca el tiempo de reacción es un dato alarmante, pues otras personas a parte del conductor se exponen a tal distracción. La autora explica que: “… el uso de estos teléfonos puede afectar negativamente al desempeño del conductor, tanto a nivel físico como en cuanto a las percepciones y toma de decisiones.” Del mismo modo, afirma lo siguiente: “Hay también algunas pruebas de que, cuando utilizan teléfonos móviles manuales mientras manejan, los conductores se exponen a un riesgo de colisión cuatro veces superior al de los demás conductores.” (Peden, ob.cit). Para completar esta información, la OMS y el NHTSA (ob.cit), consideran lo siguiente:

Ese aumento del riesgo es similar tanto en el caso de los teléfonos sin manos libres, como en el de los teléfonos con manos libres, lo que indica que es la distracción cognitiva derivada de mantener una conversación por teléfono lo que afecta en mayor medida al comportamiento del conductor y, por consiguiente, al riesgo de accidente.

La legislación sobre el uso del celular al volante

Aunque el alcohol sigue siendo la causa principal de accidentes automovilísticos, el uso del celular avanza en esta terrible estadística. Por ejemplo, en México ya los datos han cambiado; Moto (ob.cit) afirma que el uso del móvil superó al alcohol como primera causa de accidentes: Un reporte de Noticieros Televisa señaló que el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Conapra) anunció que el uso del celular mientras vas manejando ya es la primera causa de accidentes viales en México, desplazando al consumo del alcohol. Según la investigación, alrededor de 40% de la población utiliza un celular mientras conduce.

Tales estadísticas han derivado en la toma de decisiones sobre el caso. Peden (ob.cit), señala que: “Hasta la fecha, al menos 35 países o territorios han prohibido el uso de teléfonos móviles manuales al volante.” Dichas prohibiciones varían de Estado a Estado, incluso dentro de una misma nación, poco a poco se van ampliando y volviéndose más estrictas, pues comienza a considerase un hecho trascendental.

Según la redacción de El mundo (2017), el incremento en la cantidad de accidentes provocados por el uso de celulares al conducir, ha producido la preocupación de muchos países, los cuales han generado leyes que restringe el abuso del celular mientras se conduce. La mayoría de dichas leyes plantean sanciones económicas, mientras que en otros casos puede haber sanciones penales contra los infractores, estas últimas ocurren cuando los accidentes han dejado personas lesionadas o víctimas mortales.

En Estados Unidos es uno de los países que monitorea esta situación. En dicho país, son los estados quienes deciden cómo aplicar la ley. Hasta el momento no se ha ejecutado una ley estatal que definitivamente prohíba usar dispositivos móviles en el vehículo. Sin embargo, en 14 estados se obliga a usar la opción de manos libres mientras se conduce y en 38 estados es prohibición el uso de móviles a conductores novatos.

En Washintong se aprobó una ley en 2007 que impide el “texteo” al volante, a partir de esta iniciativa, en la actualidad son 46 estados que ejecutan la misma legislación según la redacción de El Mundo (ob.cit). La información ampliada revela que en países como Argentina y Colombia se prohíbe legalmente a conductores escribir textos, mientras que en Europa las sanciones económicas por esta causa superan los cien euros; en Holanda y España las multas alcanzan los 200 euros.

La OMS y el NHTSA (ob.cit), señalan que la aplicación de las leyes sobre el uso del móvil en el vehículo deben ser más firmes, a modo de que sirvan como control preventivo. Por lo tanto, las normativas deberían ser publicadas, así como las infracciones, a fin de evitar en lugar de solo sancionar. Sobre este particular exponen lo siguiente: En algunos países son las leyes generales de seguridad vial las que se ocupan de la distracción. Por ejemplo, hay estados australianos donde la policía puede amonestar a los conductores por conducir imprudente o temerariamente, también en caso de conducción imprudente derivada de la distracción del conductor. Del mismo modo, todas las provincias canadienses y algunos países europeos cuentan con leyes generales destinadas a combatir la conducción imprudente y desatenta.

Las leyes nacionales y regionales son convenientes y de vital importancia, sin embargo, debe existir una conexión universal para que la seguridad sea garantizada en una especie de territorio normativo común. Es decir, sin importar en qué lugar se halle la persona conduciendo, esta debe saber que el uso correcto del móvil es la norma. Por ello, acuerdos internacionales proponen la utilización de medidas relacionadas. La OMS y el NHTSA (ob.cit), destacan el artículo 8.6 de la Convención de Viena sobre la Circulación Vial de 1968, el cual fue modificado en 2006 para incluir el uso del celular:

El conductor de un vehículo deberá en todo momento reducir al mínimo cualquier actividad que no sea la conducción. En la legislación nacional deberían establecerse normas sobre el uso de teléfonos por los conductores de vehículos. En cualquier caso, en la legislación se prohibirá que el conductor de un automóvil o de un ciclomotor utilice, mientras se encuentre en movimiento, un teléfono que tenga que sujetar con la mano.

Para que la normativa tenga el efecto deseado debe ser conocida por la mayoría, sin embargo, son los propios ciudadanos quienes deben hacerse conscientes de la necesidad de modificar ciertas rutinas mientras están detrás del volante. La legislación puede cambiar a medida los Estados reconozcan la gravedad de la situación, pero también mientras las personas comiencen a desconectarse apropiadamente.

Conclusión

Muchas tragedias debieron haber ocurrido para que en la actualidad estemos hablando sobre el uso del celular al volante como un problema. Datos fatídicos revelan que hay millones de víctimas del teléfono móvil a nivel mundial y parece ilógico. Las lesiones y las muertes por causa de accidentes automovilísticos generan gastos inestimables, no solo es una consecuencia económica la que se plantea, muchas familias destruidas y futuros trastocados hay que lidiar por la misma causa.

Luego de analizar la información encontramos que es un escollo difícil de sortear, mientras las personas se vuelvan más dependientes del teléfono móvil su comportamiento cambia de manera inevitable. Según contemplamos en las consideraciones legales no se puede prohibir del todo el uso del celular al volante, pero, instituciones como la OMS revelan que el hecho de quitar las manos del volante para tomar el teléfono no es peor de los problemas. Si bien el conductor pierde habilidades en varios sentidos, concluir que es inocuo hablar por la opción manos libres puede ser equivocado.

Hasta ahora es difícil asegurar que se tienen datos suficientes para probar que el celular es un factor de riesgo definitivo, se puede adelantar que será objeto de estudio en los años venideros. De igual modo, los organismos internacionales con certeza harán esfuerzos para intentar la unificación de las normas que rigen los elementos de la circulación vial, lo cual contribuya a mayor seguridad y prevención en las carreteras del mundo.

Referencias

  1. Cardona, L. (2017). El uso del teléfono móvil al volante. (Tesis de Grado). Universitat de les Illes Balears
  2. EFE (2018).Los colegios españoles deberían prohibir el uso del móvil para mejorar el rendimiento escolar. (Documento en línea) [Fecha de consulta: 09/12/2018]Disponible: https://www.abc.es/familia/vida-sana/abci-colegios-espanoles-deberian-prohibir-movil-para-mejorar-rendimiento-escolar-201809200125_noticia.html
  3. El mundo (2017). Las leyes en el mundo contra el “texteo” al volante. (Documento en línea)[Fecha de consulta: 09/12/2018] Disponible:
  4. http://www.eluniversal.com.mx/articulo/mundo/2017/02/24/las-leyes-en-el-mundo-contra-el-texteo-al-volante
  5. García, M. (2016). Aprendiendo a Conducir. Bloomintong: Author House
  6. Gestión (2017). Utilizar el celular es más peligroso que manejar en estado de ebriedad. (Documento en línea) [Fecha de consulta: 10/12/2018]Disponible: https://gestion.pe/tendencias/utilizar-celular-peligroso-manejar-ebriedad-126060
  7. Molina, N. (2015).Probado: conducir y ‘textear’ puede convertirte en asesino.(Documento en línea) [Fecha de consulta: 10/12/2018]Disponible: https://www.huffingtonpost.com/nadia-molina/conducir-textear-peligro_b_6399688.html
  8. Moto, (2018). Textear mientras manejas ya es la primera causa de accidentes viales en México.(Documento en línea) [Fecha de consulta: 10/12/2018] Disponible:https://www.qore.com/noticias/64476/Textear-mientras-manejas-ya-es-la-primera-causa-de-accidentes-viales-en-Mexico
  9. OMS y NHTSA (2011). Uso del Celular al volante: un problema creciente de distracción del conductor. Organización Mundial de la Salud/NHTSA
  10. Peden, M. (2004). Informe mundial sobre prevención de los traumatismos causados por el tránsito. Washington: Pan American Health Org,
  11. Price, C. (2018).Cómo cortar con tu móvil. Penguin Random House Grupo Editorial España
07 July 2022
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